En esta Copa Oro, México demuestra el poder de nivel que tiene en la portería. Tenemos muchos guardametas con gran nivel que no hay necesidad de preocuparse por esta posición.
En cuanto defensas y mediocampistas también hay de dónde escoger y rotar, sin embargo, hay un lugar que en lo personal me deja intranquilo no sólo para lo que queda de este certamen sino para el futuro de la Selección y procesos que vienen: El famoso 9.
Hay escasez de centro delantero, de nueve, de artillero, de goleador, de jugador de área o como queramos llamarlo.
Hoy dependemos de Raúl Jiménez y párenle de contar, no hay otra opción para el tricolor. Podrán decir algunos que Alexis Vega, Roberto Alvarado o Rodolfo Pizarro son considerados delanteros, pero sabemos bien que ellos funcionan como nueves falsos, enganches, extremos o inclusive volantes ofensivos.
Con la ausencia de Javier Hernández dejaron completamente solo a Raúl Jiménez, Gerardo Martino no tiene más opciones en esta posición y claro que representa una debilidad importante para la Selección Nacional.
Sin ser alarmista, pensemos en el futuro. Ni Alan Pulido, ni Henry Martin, ni Ángel Saldívar, ni Eduardo Herrera, ni Alexis Vega, etc.… nos dan certeza para las eliminatorias mundialistas y mucho menos para mismísima Copa del Mundo.
Hoy estamos dependiendo de qué Raúl Jiménez se mantenga en el nivel, José Juan Macías no se suba al ladrillo, ‘Chicharito’ Hernández deje de vender humo, acepten a Julio Furch o salga en los próximos torneos una promesa juvenil.
Todo esto consecuencia de la falta de oportunidad hacia el joven delantero mexicano, el gusto de los clubes de la Liga MX por traer extranjeros caros y poca continuidad a las actuales promesas.
Le urge a México otro 9 de nivel o mejor dicho le urgen varios de esta posición con talento.
No puede depender de que los volantes, extremos, medios y defensas sean los goleadores del Combinado Azteca. Focos amarillos en este tema para “El Tata” Martino.
