Tras el feminicidio de Ingrid Escamilla y el pésimo manejo informativo sobre las circustancias de su asesinato, el cuestionamiento sobre los medios de comunicación y su papel en la violencia de género resurge con más fuerza.
Los medios de comunicación y sus representantes formamos opinión pública, ponermos temas a debate, hacemos una representación de la realidad, informamos, educamos y no podemos simplemente lavarnos las manos (para eso tenemos al Presidente).
Ante el repudio social, debemos reconocer nuestro papel y responsabilidad en los feminicidios, habrá quien dude de ello y es por esto que, tomando el mensaje colectivo de un grupo de mujeres y organizaciones, reproduzco parcialmente:
“Una de las razones de la existencia de esta tipificación, es la necesidad de visibilizar las características de este tipo de crímenes: la violencia sexual, la tortura, la misoginia, las relaciones de parentesco o intimidad de los perpetradores con la víctima, y la exposición del cuerpo públicamente.
El cuerpo de Ingrid se encontró en un espacio privado, pero gracias a la participación de los medios, éste fue sobreexpuesto públicamente, llevando a cabo también la función de mandar un mensaje para todas nosotras”.
Concretamente fueron violados el artículo 6° fracción I y VIII de la Ley General de Víctimas
I. Derecho al trato digno, entendiéndose como tal el ser atendidas con sensibilidad, con base en el respeto, la privacidad y la dignidad, a fin de evitar la revictimización;
VIII. Derecho a la confidencialidad y secrecía de los procedimientos en los que interviene la víctima, que consiste en la protección de sus datos personales, por el cual las autoridades velarán por el resguardo de toda la información que detenten, con motivo de la participación de las víctimas en cualquier procedimiento.
Y el Artículo 41 de Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
Art.41 Vigilar que los medios de comunicación no promuevan imágenes estereotipadas de mujeres y hombres, y eliminen patrones de conducta generadores de violencia.
Es urgente reconocer lo que nos toca.
Twitter:@dameluna