Asociar el penal del Topo Chico con la sangre, el horror y las drogas se hizo tan habitual que cuando anunciaron su cierre el suspiro de alivio fue generalizado; como si se despertara de una gran pesadilla y se quisiera iniciar el día dejando todo atrás.
Antes bien, las imágenes que se han compartido en medios y redes sociales nos dan cuenta de un tétrico tour, en el que se explota el exotismo de sus espacios: los restaurantes, las tiendas, las celdas de lujo, los “santuarios”. La muerte se instaló de tal modo en nuestro inconsciente colectivo que a nadie extrañó el anuncio de que estaban en la búsqueda de fosas clandestinas.
Así es, están buscando cuerpos de personas asesinadas y enterradas en una cárcel estatal; un espacio contemplado para la rehabilitación y reinserción de convictos que nunca lo fue, pero en los últimos años, en definitiva, se convirtió en un campo de concentración de personas infractoras de ley que no tenían las palancas o el dinero para sobrevivir.
Decenas de investigaciones realizadas al interior daban cuenta del autogobierno, docenas de “suicidios”, videos que se filtraban a redes sociales donde se apreciaba el sometimiento de unos internos hacia otros. Los motines, la masacre…
Quienes aún cumplían su sentencia en este penal fueron trasladados a cárceles federales o a los recintos en Cadereyta y Apodaca sin que hubiera conflictos, cuando anteriormente, ante la menor amenaza de traslado, los internos quemaban colchones y sacaban mantas denunciando atropellos.
En medios y redes ya circulan las gráficas de lo que sería un espacio para la instalación de los archivos estatales, un parque, un área verde, un pulmón natural. Ya hay peticiones en línea para convertir todo este espacio en una zona de recreación.
¡Están buscando fosas clandestinas adentro de una cárcel estatal!, pero no hay quien coloque los hechos en su justa dimensión, lo importante es qué será ahora que ya no es el Topo. Lo importante es que el gobernador por primera vez podrá dar su informe sin temor a que le avisen a mitad del discurso que otra vez “se calentó la plaza”.
Twitter:@dameluna
