Política

El Presidente y su vaguido

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  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

En días pasados el presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje a la oposición les expresó: “Mis adversarios tienen mucha imaginación y es como decirles, como ahora aunque lo tendría que estar yo repitiendo, decirles: “El muerto que tú matáis, o que vos matáis, goza de cabal salud”.

Dicha expresión a propósito de las especulaciones en torno a su salud. 

No obstante el Presidente goza de excelente salud a pesar que sus opositores hasta lo mataron, otros aseguraban un infarto agudo de miocardio así como parálisis cerebral. 

Un centenar de periodistas y líderes de opinión adversarios del tabasqueño –insisto-, lo daban por muerto pero él, goza de cabal salud parafraseando a Don Juan Tenorio de Juan Luis de Alarcón. 

Las sandeces están ahí en las redes…

Al Presidente le dio un “vaguido” y así lo comentó: “…se me bajó de repente la presión y estando en una reunión con ingenieros militares evaluando el Tren Maya pues como que me quedé dormido fue una especie de váguido”.

¿Y qué es un vaguido? Según el Diccionario Real de la Lengua en una de sus acepciones para el tema que nos interesa es: “Desvanecimiento, vahído.” Entonces lo que tuvo muy seguramente el mandatario fue exceso de cansancio y estrés laboral que sin duda le provocaron el desvanecimiento. 

Una situación natural y más en un político con grandes responsabilidades.

Este tema ya ha sido tratado por la literatura especializada. Me viene a la mente un libro de lectura obligada sobre el tema: 

“En el poder y en la enfermedad” de David Owen (ex ministro de asuntos exteriores -entre muchos cargos políticos) y neurólogo de formación.

Define en dicho texto diversas enfermedades que los políticos en el poder han desarrollado y que a muchos los han llevado a la tumba. 

Ninguna profesión u actividad debería causarnos alteraciones dentro de un estado fisiológico normal, sin embargo hay que reconocer que muchos oficios ponen en riesgo la salud donde la política no se queda atrás.

Y luego están otras enfermedades que padecen los políticos sobre todo mentales. 

Hay una que los priistas desarrollaron como ningunos y fue cuando se enfermaron de poder hasta desmallarse. 

Vaguidos de corrupción, desfachatez y valemadrismo como aquel ex gobernador que daba agua destilada en vez de quimioterapia o el ex presidente prófugo experto en estafas maestras que aceptaba casas blancas como aceptar una empanada de frijol dulce.

Sin embargo no es mi intención hablar sobre enfermedades cuando mi Presidente goza de cabal salud. 

Se le ve animoso de seguir trabajando por la cuarta transformación donde la política social a favor de los pobres, seguirá siendo prioridad para este gobierno y el próximo con Claudia, Marcelo, Adán o Ricardo. En unidad por la 4T.

Hago votos por la salud del Presidente y por su empeño y cabalidad a pesar de su reciente vaguido.


@cuauhtecarmona

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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