Política

El Presidente en New York

  • Agora
  • El Presidente en New York
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

Hay tres ciudades que reflejan a los Estados Unidos de Norteamérica en su cultura e idiosincrasia y además, a la sociedad norteamericana en su conjunto: Washington, New York y Las Vegas. 

De la capital política más importante del mundo podemos rescatar muchos ejemplos pero sobre todo, la construcción inacabada de un estado de derecho que invita a su práctica dentro de un liberalismo democrático.

De la Ciudad de la gran manzana disfrutar el espacio cultural, lúdico y teatral de una sociedad polarizada donde la pobreza y riqueza (Bronx-Manhattan), brillan con esplendor como los millones de foquitos en Las Vegas. 

Esa ciudad superflua y jugadora de cierta cultura amorfa, artificial y consumista que encanta a muchos y construye imaginarios subjetivos donde lo efímero y material, se extingue en máquinas cual tragamonedas.

Esta reflexión a propósito de la visita de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador a las Naciones Unidas donde pronunció un mensaje paradigmático y puntual respecto a dos grandes problemas que están presentes en todo el mundo de forma sustantiva: La corrupción y la pobreza. 

Un mensaje lleno de luces y claridad.

Y son estas palabras las que tuvieron eco en el discurso del Presidente pues como bien señala son temas presentes que impiden el crecimiento y bienestar de los pueblos. 

Y no es ocioso señalar que los países con más desarrollo y crecimiento en el mundo en sus indicadores de corrupción son ínfimos. 

Respecto al bienestar y progreso son muy elevados tomando en cuenta que no tienen a políticos con cuentas en las islas caimán, panamá o bancos de Suiza.

Celebro que AMLO haya levantado la voz en la máxima tribuna de occidente en favor de los pobres y de quienes menos tienen que sufren la corrupción. 

Esos que viven en pobreza y extrema pobreza y que deben estar atendidos como una prioridad gubernamental, pues la pobreza no nace por explosión como la teoría del bing bang (explicando el universo ), sino por las acciones de gobiernos indolentes ante las causas principales de la pobreza: La corrupción y una educación ejemplar.

En Latinoamérica y México nos falta ejemplo y acciones contundentes para quienes al amparo del poder, se han aprovechado por mantener los privilegios sin atacar los problemas de fondo con ética y moral. 

Es una vergüenza que ex presidentes de la República como Peña Nieto se autoexilien por temor a la justicia y cientos de sus ex funcionarios, anden amparados contra órdenes de aprensión por enriquecimiento ilícito y asociación delictuosa.

Hizo bien el Presidente en alzar la voz y solicitar a los países miembros de la ONU poner un alto a la corrupción y la pobreza que tienen marginados a millones de personas en el mundo. 

Puntualizó: “Es necesario que el más relevante organismo de la comunidad internacional despierte de su letargo, y salga de la rutina, del formalismo, que se reforme y que denuncie y combata la corrupción en el mundo", reflexión que comparto y que muchos neoyorkinos (sobre todo los de Brooklyn), también compartirían pues en New York, también hay mucha pobreza y corrupción más allá de los foquitos de Las Vegas.


@cuauhtecarmona

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.