La legislación electoral como muchas otras normas tiene varios huecos. "Todos" aprovechan esos vacíos y se sirven de ella. Es increíble cómo los partidos son capaces de encontrar esos pequeños atajos, pero no para hacer una buena norma. Es clara la razón.
Las intercampañas, por ejemplo, están reguladas por una norma muy laxa. Para no incurrir en campañas anticipadas lo lógico sería que "todos" los candidatos electos estuvieran guardados en sus cuarteles planeando la estrategia y preparándose para la gran batalla. Pero no, los vemos en entrevistas en cadena nacional, en reuniones con diversos sectores donde fijan postura, plantean escenarios e incluso los difunden por todos los medios.
La respuesta de las autoridades electorales es que mientras no pidan el voto no violentan la norma, cuando están generando imagen, posicionándose, promoviéndose a diestra y siniestra. Entonces ¿para qué sirven las intercampañas? ¿Para qué se acortó el tiempo de campañas? Si al final todos hacen campaña, porque ni a quien irle, todos caminan en el filo de la ley.
La ley los ampara al establecer que las campañas son el conjunto de actividades con la finalidad de solicitar el voto y las acciones que buscan promover a los candidatos. Ahí está su defensa.
Desde antes trataron de posicionarse, fueron la imagen de las campañas de afiliación, anunciaron sus informes legislativos con bombo y platillo. Tan fácil que debió ser el trabajar, estar cerca de los mexiquenses, destacar en los medios de comunicación por acciones y propuestas.
Estamos a punto de llegar a la fecha formal de campaña con cinco o más candidatos. Por primera vez el PT se medirá en las urnas en una elección estatal. Aunque es muy criticable su falta de palabra porque un día está con el PRD y al otro no, es bueno que demuestre de qué está hecho y deje de estar pegado a otras fuerzas políticas para subsistir.
Eso lo deberían intentar otros partidos que cómoda y tradicionalmente se coaligan. Para estos casos lo más sano sería conformar un nuevo partido, no engañar a los electores con la unión de fuerzas que al final son la misma. El que esté en la ley no quiere decir que sea lo justo, menos cuando las reglas las hacen quienes se benefician de ella.
Otro punto que destaca es la casi segura no participación de Movimiento Ciudadano, que por un lado se puede ver como un punto negativo porque entonces cuál es su función, para qué fue creado este partido, pero por el otro se le podría aplaudir que sea realista, sincero y si no se siente capaz no salga a desperdiciar los 17.5 millones de pesos que le tocan de prerrogativas.