El pasado lunes Grupo Reforma presentó una encuesta en la que mostró cómo en Jalisco y su capital, el fenómeno Morena no solo es contenido, sino que incluso, podría ser vapuleado por el partido Movimiento Ciudadano.
Sin menospreciar a los posibles candidatos de los demás partidos, y dado que no se observa un liderazgo claramente competitivo en la oposición, revisamos la situación actual por la que atraviesan los partidos políticos que serán parte de la fiesta electoral. A saber:
PAN
Con base en los datos de la pasada elección de 2021, solo gobierna el 6% de la población. Al interior se encuentran confrontados los intereses de la dirigencia estatal que considera importante y hasta necesaria una alianza local con los naranjas. Mientras tanto, la dirigencia nacional a pesar de sus constantes fracasos mantiene la férrea decisión de impulsar una alianza antinatura con el PRI y PRD.
Su voto duro se ubica en grupos conservadores de los Altos de Jalisco, así como en algunas colonias tradicionales de Guadalajara y Zapopan.
PRI
En la pasada elección, al igual que Acción Nacional, triunfó en municipios pequeños alejados de la metrópoli, solo gobierna el 7% de la población. Su base política migró masivamente desde 2018 a Morena, y de manera reciente, de lo poco que le quedaba, particularmente la estructura política relacionada con el exgobernador Sandoval migró al Partido Verde.
Futuro
Es importante distinguir entre el movimiento que se generó sobre la candidatura independiente de Kumamoto al actual partido político. Irónicamente Futuro nace en contra del propio discurso anti-partidos de sus fundadores.
En tres años, sus figuras se desvanecieron en la función pública, además mostraron que no le entienden al tema de la estructura política. Solo triunfaron en un municipio (rural) de los 125 de Jalisco y este, no solo no muestra identidad partidista, sino que su modelo de gobernación no es distinto a la de los partidos viejos.
Hagamos
En realidad nunca ha sido un partido político, es un aparato electorero que el grupo político que controla política y administrativamente la UdeG necesitaba para presentarse en los comicios con otra cara ante el electorado.
El instituto que desde un inicio careció tanto de vida propia, identidad y discurso, sumado a la incapacidad de su dirigencia para conectar con la sociedad y la falta de oficio para mantener sus gobiernos municipales ganados en el proceso anterior, lo condenan directamente a la pérdida del registro.
Morena
Mantengo que más que un partido político, es un fenómeno social. Su fuerza electoral es impulsada principalmente desde el gobierno federal.
Si bien triunfaron en municipios que son parte de la metrópoli como Tonalá y Zapotlanejo, así como ciudades medias al interior del estado, solamente gobiernan el 15% del total de la población.
Su candidato electoralmente más rentable para el gobierno de Jalisco es el médico Lomelí, este en el imaginario colectivo de la sociedad jalisciense se caracteriza por contar con un doctorado en gestión de derrotas electorales.
Por lo anterior, no me queda más que cavilar que el único adversario serio que podrían tener enfrente los naranjas sería la falta de unidad, pero si todos se mantienen jugando en equipo como actualmente todo parece, el triunfo será inminente.