Cultura

Phantom, el musical

  • Malas compañías
  • Phantom, el musical
  • Celeste Ramírez

En la plataforma Teatrix se encuentra Phantom: el musical, la versión surcoreana de la novela El fantasma de la ópera, del escritor francés Gaston Leroux. Un drama con algunas notas de humor; una deslumbrante puesta en escena que incluye música, canciones y ballet.

“He visto sus ojos, conozco su corazón”, justifica Christine a Erick, en esta conmovedora historia de amor, pasión y muerte entre un genio de la música que vive escondido del mundo en los sótanos de un teatro y una joven aspirante a cantante que posee una voz única. Ambientada en el París del siglo XIX, esta historia se adentra en el día a día del escenario del Gran Teatro de la Ópera, el cual es regenteado por Charlotte, una insufrible mujer y una pésima cantante.

Me conmovió esta versión que —como la mayoría de las propuestas surcoreanas— tiene largos matices de emotividad.

Erick, el fantasma, está colmado de claroscuros; me emocionó y conmovió el dualismo al que fue destinado: “vivo en la oscuridad pero mi alma es clara. […] Estoy en la oscuridad y privado de la luz”.

La historia me llevó por diferentes caminos: me animó la historia de amor —“el cielo me ha bendecido contigo, Christine”, canta Erick, interpretado por Kyuhyun, cantante del pop coreano—, me reí por el toque humorístico que le imprime Charlotte y sus extravagancias, me impactaron las escenas que relatan el nacimiento de Erick y no hay escena que me haya convocado más a la tristeza que la muerte del protagonista a manos de Carriere, su padre.

Esta obra condensa la interpretación actoral y el baile, tiene algunos momentos o escenas de ballet clásico: una pareja de solistas bailarines (que representan a los padres de Erick) narran con pies en punta y levantamiento del cuerpo femenino, así como dramatización a través de brazos y manos, el nacimiento de Erick.

Como en todo musical vemos la soltura de los movimientos en el desarrollo de los bailes grupales que sostienen las escenas y la narrativa de las canciones.

Es una deslumbrante obra musical que evoca las calles del París decimonónico, las primeras escenas de una Charlotte desprotegida, cantando y bailando en la vendimia y su encuentro con el Conde que se convertirá en una suerte de enamorado protector.

Vale la pena ver esta producción que hace algunos años se estrenó en las salas de cine del país.


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.