La Oficina de Defensoría de Derechos de la Infancia A.C. y un grupo de académicos y activistas han hecho público un informe devastador sobre casos de explotación sexual infantil en escuelas del país. El informe completo se puede leer y descargar aquí.
Los detalles de lo que han encontrado en su investigación sobre casos de abusos sexuales en escuelas y la no acción de la autoridad desde hace muchos años son deprimentes, terribles. Casos de niños y niñas, algunos en preescolar, abusados en escuelas públicas y privadas por múltiples adultos.
Las conclusiones no se prestan al optimismo: “Las escuelas en nuestro país carecen de supervisión efectiva. En este informe se logra documentar que en múltiples escuelas los niños y niñas sufrían violencia sexual de manera cotidiana y masiva, a tal escala que resulta insostenible que fuera un asunto oculto. Se documenta también que la respuesta inmediata de las autoridades escolares omite denunciar el posible abuso. La práctica institucionalizada por la SEP de proceder con una investigación interna ante la denuncia de delitos graves hace difícil distinguir entre la omisión y el encubrimiento”.
El reporte, después de hacer la descripción de cada caso que ha acompañado y litigado la organización, hace una serie de consideraciones estructurales que muestran cómo en esos casos, que deberían por su carácter tener una atención especial, padecen lo mismo que el resto de la procuración de justicia en el país.
“El primero es la deficiente coordinación entre la actividad policial, la coordinación de la investigación y la representación del Estado como parte acusadora. El segundo punto es la fragmentación de una investigación haciendo literalmente imposible el esclarecimiento de criminalidad compleja. El tercer punto es la falta de especialidad y adecuación en los procedimientos de justicia para las niñas, niños y adolescentes. El cuarto y último punto que buscamos ilustrar, es la exclusión de la víctima para intervenir activamente en la investigación criminal”.
Como le señala el reporte, esto va más allá de la buena voluntad de algunos ministerios públicos o autoridades específicas. Es un asunto de cómo funcionan las leyes y su aplicación por la manera en que están estructuradas las instituciones. Y entonces pasan cosas como las que cuenta El secreto.
@puigcarlos