Cultura

Un poeta que confronta

En revistas y suplementos culturales impresos, en páginas virtuales y Facebook, los servidores culturales del Estado han lanzado una serie de artículos confrontando y afrontando a quien fuera su patrón, con motivo de que éste les ha retirado los apoyos económicos a los que estaban acostumbrados a recibir desde el sexenio de Miguel de la Madrid.

En esos artículos panfletarios se proponen como los mejores representantes del arte literario, dejando ver que lo son sólo porque se han constituido en un grupo exclusivo de personas que nada tiene que ver con el grueso de la población ignorante o de mediana cultura.

Son los burócratas de la cultura que imitan, porque quieren ser reconocidos en Europa y Estados Unidos para sentirse consagrados, las poéticas desfasadas de Valery y Breton.

Junto a esa élite consagrada de burócratas de la cultura que viven en una red internacional de autoelogios y de intercambio de premios y reconocimientos, está la inmensa mayoría a la que denominan “el bonche”, escritores noveles que solamente buscan tener tiempo para ejercer la escritura y le roban espacio al trabajo para promover lo que escriben.

En este contexto he leído un poemario con 50 textos de un joven escritor.

Textos de buena factura que me parecen más cercanos a la reflexión que a la poesía, pues sin carga emotiva no hay poesía.

Poemas descriptivos unos e imperativos otros, escritos siguiendo el orden normal de la frase, con cortes versales atendiendo a las unidades fónicas del habla.

Su estructura de superficie tiene poco uso de las posibles variables de las unidades sintácticas, sin rebuscamientos ni metáforas, más bien imágenes y pensamiento lógico que se presenta en frases cortadas a manera de líneas versales.

La estructura profunda de los textos de Fernando Ulúa busca maldecir a los poetas que se creen refinados, cultos, de los que se deslinda ya desde su segundo poema, luego de darle instrucciones precisas al lector, en el primero, para que haga con su libro lo que les indica.

Los textos de este poemario de Fernando Ulúa, Afasia, son descripciones en las que resalta lo que ve y que en algunos momentos quiere convertirlos en denuncias contra el sistema de producción con una ironía bastante ingeniosa:

 

Todas las empresas que fabrican bebidas energéticas
o verdura enlatada
o refrescos con alta fructuosa
o le ponen tu nombre a una lata
no buscan otra cosa sino garantizar la paz mundial
matándonos lentamente
mientras consumimos sus deliciosos productos
frente al televisor de nuestra sala
que nos ofrece un mundo feliz
bebiendo un refresco de cola.

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Carlos Prospero
  • Carlos Prospero
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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