Cultura

La mano pachona

Nunca me ha gustado el terror ni el suspenso y mucho menos lo paranormal. Quizá porque la escuela y su formación desde el pensamiento crítico ha dado al traste con la idea de las cosas que pueden ocurrir de forma inexplicable.

Precisamente por carecer de cualquier lógica que consiga dar cuenta de su origen me parece que, no obstante contar como casi cualquiera con ese gen para asombrarnos y encomendarnos al todopoderoso ante la sensación del miedo, se trata de temas sin demasiado atractivo para quien esto escribe. Pero eso no impide comprender que haya quien encuentre en su abordaje razones para dejarse llevar.

Hace más de un año que tengo la encomienda de producir un programa de radio dedicado a este tipo de asuntos. Es, como dicen mis conductores, un tétrico portal en el que se cuentan los relatos más impactantes en voz de quienes aseguran haberlos vivido. O en su defecto que los escucharon de alguien más, como parte de esa antiquísima tradición oral en torno a la oscuridad.

Se trata de una emisión que no se escapa de los lugares comunes por los que toda una legión de afectos a las penumbras evoca a la llorona, a la planchada (peculiaridad del imaginario mexicano que ha bautizado así a una fallecida enfermera que se aparece en los hospitales con su impoluto traje blanco), al conocido a quien se saluda en la calle para luego enterarse no sin asombro de que el interfecto lleva tiempo de haber bailado las calmadas.

El formato del show es herencia de las viejas glorias del clásico radial “La mano peluda”. De hecho, es el creador del concepto muchos ayeres atrás, Rubén García, la voz del terror, uno de los presentadores, de la mano de la Dama de negro, Carmen Peña, y de un vasto equipo de producción que pone su talento al servicio del caudal de llamadas que noche a noche busca hacerse presente en el programa con más audiencia en Radio, pero también en Televisión Mexiquense, y que incluso se haya instalado en la virtualidad del streaming y el podcast.

Mis amigas terapeutas holísticas, preocupadas por este fulano y su pachona diestra que mueve los hilos, han preguntado si me protejo ante semejante entorno energético. Y la respuesta suele ser la misma, el desinterés por los detalles espeluznantes impide engancharme con el asunto. No así con la maravillosa posibilidad de orquestar el proceso, fungir como la voz que desde el auricular gestiona las llamadas al aire, hace click con los participantes y prepara el terreno para su presencia al aire.

Como es de esperarse llevo más de un año convertido en ave nocturna, pues las “Historias del más allá” comienzan a las 10 y finalizan a la hora en que los sueños se vuelven calabaza. Tiempo en el que lo más tremendo no son acaso las vivencias que se comparten, sino el increíble poder de convocatoria que tiene lo indescifrable y esa necesidad de la gente por contar y ser escuchada.

Carlos Gutiérrez

[email protected]

@fulanoaustral


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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