Cultura

Steve McCurry

No puedes admirar la belleza de las fotos que usan la pobreza como elemento estético (o sí, pero no con el excesivo abuso de Steve McCurry, sin líneas de comprensión del entorno social). No es sano que una institución se preste al negocio productivo del fotógrafo que, de entrada, exige tarjeta de crédito para pagar casi 200 pesos por ver ojos y ojos y ojos que calcinan los ojos de quienes observamos: ojos que retan con dignidad ritual, azorados ante la lente. Un preciosismo de la basura, el oficio de los pobres, los descalzos o los animales hambrientos. Imágenes que hacen dudar de la verdad sobre lo real ante el artificio estético…

En el mundo del reconocido retratista no aparecen los contextos, por más explicación del país donde McCurry retrata un campo de refugiados, los desastres de una guerra, los emigrados o desplazados por violencia. Hay un empeño del fotoperiodista —me niego a llamarle artista visual— en hermosear imágenes por encima de la desgracia humana. Rostros que nos miran con asombro, con soledad, con angustia, sí, pero siempre en la complacencia donde el esteticismo niega una historia posible de la persona y su país de origen. Los retratados parecen reos del fotógrafo que, a su medida racional, disfraza la realidad detrás de la imagen.  

No basta con aparecer en National Geographic con la famosa “niña afgana”. Sí, una imagen puede decir más que mil palabras, pero una foto debe desenmascarar la hipocresía y combatir la ignorancia. Steve McCurry sin duda es un esteta de la lente pero no un artista en toda la extensión de la palabra, como sí lo es su paisana Dorothea Lange frente a la “gran depresión” estadunidense o la miseria laboral reflejada en blanco y negro de Sebastião Salgado. Asombra la fotografía de McCurry, sí, pero hay una ausencia imperdonable de contenidos sociales. Quizá la curaduría impida verlo, no estoy seguro, pero el Museo Franz Mayer no debió permitir la ambigüedad de una muestra que aleja al espectador de un realismo humanista.

El fotógrafo ya ha sido cuestionado por recurrir al photoshop o permitir tasajear sus originales. Es el que más vende libros de sus retratos. Y donde hay negocio, el fotorreportaje queda en segundo plano. ¿Sí o no?

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Braulio Peralta
  • Braulio Peralta
  • [email protected]
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz, De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España, y El clóset de cristal. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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