En 1990, Sadam Hussein la llamó la “madre de todas las batallas”; Estados Unidos la “Tormenta del desierto” y para el resto del mundo, la Guerra del Golfo. Según el dictador iraquí dicha batalla terminaría con todas las guerras. Por ello bien puede aplicarse a los próximos comicios para gobernador en el Estado de México. Los ojos ya están puestos en nuestra entidad, no solo porque es el padrón electoral más grande del país, ni la antesala de la presidencial, sino porque corre peligro el último gran bastión del PRI. Las miradas llenas de morbo, se han volcado a las elecciones de 2023 porque podrían avecinarse cambios históricos.
Políticamente, es el parque jurásico de la política mexicana. El Edomex es la tierra del antediluviano Grupo Atlacomulco que se mantiene por casi cien años en el poder y que ha formado dinastías de políticos. Espejo digno de las llamadas “repúblicas bananeras”. El Estado de México representa al viejo sistema del PRI que imperó en México gran parte del siglo XX. La arqueología política del llamado Grupo Atlacomulco revela la cultura de la corrupción como eje articulador que aún permanece en la práctica de los políticos, burócratas y empresarios ligados al gobierno.
Este PRI y su sistema vetusto es desdeñado a nivel nacional. Junto con Coahuila son aun los últimos pabellones fósiles que parecen estar en vía de extinción. Si la Alianza Va por México continua ¿Cuál de las dos entidades encabezará el PAN? A pesar de contar con un extraordinario aparato electoral y una probada militancia, el PRI mexiquense va a la baja. Diversas encuestas lo sitúan en tercer lugar, debajo de Morena y del PAN. Es notable el éxodo hacia Morena ¿La arrogante nomenclatura mexiquense aceptaría como su abanderado a Enrique Vargas, del PAN? ¿Cedería a las presiones de las Iglesias de no encumbrar a una mujer por los riesgos de consolidar una agenda con ideología de género?
La observación del país se centrará en el Estado de México. Se advertirán los mecanismos de una efectiva elección de Estado. Se podrá constatar como la estructura de gobierno se convierte en aceitado aparato electoral utilizando los programas sociales como ancla.
Igualmente podremos contemplar al instituto electoral y al tribunal plegados a los caprichos del poder. En la explanada del Teatro Morelos ya retumban los tambores de guerra. Sí, estamos en la antesala de la madre de todas las batallas.
Bernardo Barranco
