Las oficinas corporativas son una especie en extinción. “No necesitamos que la gente esté aquí. Yo mismo hay días que prefiero trabajar en un Starbucks”, dice Jorge Silva, CEO de Microsoft México.
Estas empresas (así como Unilever o P&G) están migrando a la flexibilidad laboral absoluta, como una manera de retener a sus empleados, no pagar tiempos muertos (en trayectos desde y hacia la oficina) y hasta para ahorrarse la renta de muchos metros cuadrados de caros edificios. Contratos cortos, trabajo por proyecto, empleados a distancia, hot-desking, freelances, estos son los nuevos formatos que están cambiando la manera de conectarse con las empresas y sus resultados.
En medio de esta ola nacieron los co-working, las oficinas abiertas y temporales donde profesionales jóvenes tienen una manera de compartir espacio, costos y hasta hacer networking.
En unos meses, en septiembre, será el desembarco oficial en México del Rey del co-working: WeWork.
Esta empresa no nació como todas las de la era digital, bajo el paraguas disruptivo de Sillicon Valley, sino que se aventaron el proyecto ni más ni menos que desde Nueva York. Hace ocho años, Adam Neumann y Miguel Mckelvery fundaron GreenDesk, un espacio de co-working ecoamigable en Brooklyn. En 2010 vendieron la empresa y empezaron WeWork (en Soho). Para 2014 ya eran la empresa de renta de oficinas con mayor crecimiento en EU. JPMorgan y Fidelity son algunas de las marcas tradicionales que invirtieron 400 mdd para construir sus oficinas neoyorkinas. Hoy es una startup de 16 mil mdd, con presencia en 30 ciudades del mundo y que puso a la CdMx en su lista de desembarcos. Sera la primera sede de América Latina y tanta fe le tienen a esta expansión que acaban de nombrar a un director general para la región, Patricio Fuks (co-fundador de Fën Hotels). Su sede chilanga estará en la Zona Rosa, en Varsovia 36.
“Para entender el valor de WeWork hay que considerar lo que está ocurriendo con la población económicamente activa, la gente está buscando algo más sustancial de su vida laboral, que desean encontrar nuevas formas de conexión”, explica el propio Miguel McKelvey, co-fundador y chief creative officer de WeWork.
¿Qué tienen de diferente versus las oficinas de co-working que ya existen en la ciudad? “La comunidad de WeWork es amigable y solidaria y animamos a nuestros miembros a que colaboren entre sí a través de eventos como demostraciones de productos, mesas redondas, concursos de pitches, educación y oportunidades de networking”, agrega McKelvey. De hecho los que trabajan en WeWork se los llaman WeGeneration.
Twitter: @ba_anderson