En el último año las casas de empeño redujeron sus operaciones en 25%. Algunas de las cadenas más importantes, como Prendamex, cerraron hasta 300 sucursales.
¿Las razones? Nuevas regulaciones desde 2013 que han vuelto más estricto el seguimiento de sus operaciones, cambios de hábitos en el consumo de créditos en su target (personas C- y D) y hasta modificaciones estatales. Por ejemplo, en Monterrey se han cerrado 60 sucursales porque el nuevo gobierno les solicita altos permisos de construcción (aún de las que llevan años construidas).
Hay en México 5 mil 849 establecimientos prendarios. Diez marcas manejan 55% del mercado y el resto son firmas con menos de 10 sucursales.
La más importante es First Cash (la primera extranjera que llegó desde Texas en 1997) con 877 sucursales. Además de las firmas privadas, existen tres que son instituciones de asistencia privada como Nacional Monte de Piedad, Fundación Rafael Dondé y Montepío Luz Saviñón.
“Hay aún mucha percepción negativa hacia este negocio y muchos mitos que romper”, dice Gabriel Rafael Mondragón, presidente de la Asociación Mexicana de Servicios Prendarios (Amespre). Esta A. C. concentra 15 empresas que suman unas 58.4 millones de operaciones al año (casi 100 mil prendas al día).
De los puntos más cuestionados de las casas de empeño son las tasas. En promedio se cobra 16% al mes (las de asistencia privada 8%). “Se suele comparar con tasas anuales (CAT) que se usan en créditos de más de 12 meses, cuando un préstamos prendario en su mayoría se cubre en cuatro semanas”, explica Mondragón. El monto promedio de las prendas en el país es de 800 pesos y la cartera vencida es de 20%. Otro de los mitos es que reciben productos robados. Según Amespre, esto está controlado, ya que todas las operaciones incluyen identificación, fotografía, video y huellas digitales de la persona que entrega el bien en prenda y cuentan con acuerdos con MP y la PGR. “El año pasado, de los 58 millones de operaciones, solo 110 tuvieron algún problema legal y en muchos casos de personas que denunciaron por perdidas cosas que algún miembro de su familia empeñó a escondidas”, agrega.
¿Cómo se está adaptando a los nuevos tiempos este negocio centenario? Un ejemplo es la firma Cash Apoyo Efectivo que, además de las prendas, en sus 160 sucursales vende productos de segunda mano (no solo prendas no recuperadas), alquila herramientas y también ofrece todos sus servicios en línea. Ya el e-commerce es 3% de sus ingresos y piensan llevar su modelo (que incluye la Universidad Cash en alianza con el Ipade) a Centro y Sudamérica.
Twitter: @ba_anderson