Según un reporte del Brightfield Group, las ventas de cannabis en la región podrían superar los 550 mdd en 2023. Esto, solo de persistir las regulaciones actuales en los distintos mercados de América Latina.
Las principales categorías en esta proyección son el CBD, ya legal en muchos mercados, incluido México, y la mariguana con fines médicos. En el primer caso, el potencial de ventas a 2023 es de 448 mdd; en el segundo de 109 mdd.
Más que un alto volumen de negocio, al parecer lo que importa en este tipo de proyecciones es la influencia que productos como el CBD podrían ofrecer para “sensibilizar” los mercados en una región que, como dice este reporte, tienen “una historia complicada con la cannabis debido a años de violencia que ha provocado el tráfico de drogas”.
En lo que respecta a México, los autores del reporte refieren que hay una gran oportunidad una vez que entren al mercado productos ya aprobados por las autoridades.
Hacen notar que el mercado del CBD podría tener un impulso, ya que algunas derivaciones, como los nutracéuticos o usos tópicos, podrían comenzar a venderse a fines de este año o principios del siguiente.
Según Brightfield Group México será el mayor mercado del CBD en la región. Para fines de año, las ventas serían de 18 mdd, pero para 2023 sumarían 228 mdd. Para comparar, las ventas este año en Brasil serán de 14 mdd, y para 2023 apenas 40 mdd.
A pesar del filón de negocios que la mariguana tiene en la región, Brightfield observa obstáculos regulatorios. Además, tiene mucho que ver con la economía, pues los productos derivados de la cannabis son caros y el poder adquisitivo en nuestros países no está a la altura de mercados como EU o Europa. Además, si bien en algunos mercados, México entre ellos, permiten el uso de mariguana con fines médicos y consumo personal, no hay incentivos aún para combatir los mercados negros.
Lo relevante, dice el reporte, es que se ha avanzado en el establecimiento de programas médicos para lograr la aprobación para el uso de productos cannábicos por parte de los pacientes. Además, refiere, la demanda por tratamientos a base de cannabis va en crecimiento, así como la presencia de grupos organizados e inversiones de empresas extranjeras en la región.
¿Qué falta para que sea un gran negocio aquí? Un factor sería sacudir el estigma y el legado negativo que ha dejado en algunos países la guerra contra las drogas, así como la presencia de los cárteles. Asimismo, separar la noción de que el CBD está relacionado con usos no médicos.
Para los analistas, el futuro de esta industria va de la mano con la investigación, tanto de CBD como de la extracción del THC para usos médicos y recreativos. Sin embargo, advierten: “La inversión extranjera en el cultivo y procesamiento continuará creciendo, pero podría verse afectada por la competencia de los cárteles de las drogas que operan en países como México”.
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