Esa famosa frase de que “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” es un proverbio chino que hoy por hoy podría resumir la turbulencia que estamos protagonizando en los mercados financieros en todo el mundo precisamente a causa de China.
Este ha sido el peor inicio de año para la segunda economía del mundo: bolsas intervenidas, el yuan devaluado a su nivel más bajo versus el dólar en los últimos cinco años, con una economía que el año pasado creció 7 por ciento (su peor cifra en 25 años) y cuya producción industrial lleva 11 meses cayendo. La economía china se enfría, los inversionistas se acaloran y sacan su dinero del país, hundiendo al yuan como nunca antes.
Hace unas semanas Carlos Capistrán, de Bank of America Merrill Lynch, decía que los avatares que vemos en este enorme mercado se deben a un cambio en su modelo de crecimiento: dejaron de invertir en infraestructura (y de comprar muchos insumos en el exterior) para enfocarse en el consumo interno y en los servicios.
Si las últimas décadas el motor del crecimiento mundial había sido China, ahora su desaceleración podría ser un peligroso salvavidas de plomo.
Para el Economist Intelligence Unit (EIU), China es el gran peligro que enfrenta la economía global en 2016. Una de las opiniones más contundentes fue la de Christine Lagarde (FMI), quien calificó de “decepcionante” al futuro ritmo de crecimiento de la economía mundial a causa de China.
Pero la frase que más levantó las cejas en nuestro país fue ni más ni menos que la del propio secretario de Hacienda, Luis Videgaray: “La depreciación del yuan y el ciclo de devaluaciones competitivas genera un entorno perverso y nerviosísimo en los mercados financieros internacionales. Es el peor inicio de año para todos los mercados bursátiles en el mundo”. Hasta el siempre optimista Agustín Carstens dijo: “En el Banco de México sí nos preocupa el nivel del tipo de cambio”.
Los analistas de las principales casas de bolsa no se atreven a dar un estimado de ‘a cómo’ estará cotizando el peso mexicano versus el dólar en las próximas semanas.
La volatilidad china + la devaluación del yuan y su impacto en el —ya alicaído— precio del petróleo + el posible nuevo aumento de tasas por parte de la Fed, es uno de los cocteles más amargos que les ha tocado a las principales monedas del mundo, y en esa canasta se suma sin duda el peso.
El aleteo en Pekín no creo que provoque un tsunami en México, pero seguramente será un ventarrón que tendrá todo el año al peso muy débil y expuesto a indicadores financieros globales.
Twitter: @ba_anderson