El año pasado todo se frenó, excepto ese maná que llega de EU en envíos de 300 dólares. En 2019 México recibió 36 mil 48 mdd en remesas, una cifra que batió otro récord histórico versus el año anterior (con un aumento de 7.04%).
De hecho fue la principal fuente de divisas del país por encima de la inversión extranjera directa (IED), que sumó 35 mil mdd, del petróleo (26 mil mdd) y del turismo (22 mil mdd).
Pero este año esa tendencia cambiará; estamos en una crisis global que nos afecta dentro y fuera del país, incluido nuestro principal socio comercial y el destino donde trabajan los ‘héroes vivientes’, como los llama el Presidente.
“Creemos que las remesas pueden caer de manera importante, incluso eventualmente por debajo de los 30 mil mdd al año. Todavía es muy pronto para saber el impacto que el coronavirus tendrá en el mercado laboral en EU, pero por lo pronto parece que será muy importante, y ese es el principal determinante de las remesas hacia México. Las remesas pueden caer de forma importante a pesar que, de muy corto plazo, la depreciación del peso ayuda a que los migrantes manden más remesas”, me dice desde su oficina en Nueva York Carlos Capistrán, economista en Jefe para México y Canadá de BofA Securities. Esto equivale a una caída de casi 17% versus 2019 y es la primera contracción en este rubro desde 2013, cuando cayeron los envíos de nuestros paisanos apenas 0.6% versus el año previo. Desde esa fecha hasta el año pasado, los montos totales fueron batiendo récord, con crecimientos por encima de 8% anual.
Con las cifras que teníamos hasta 2019 éramos el cuarto país del mundo (después de India, China y Filipinas) en recepción de dinero por parte de migrantes, mismo que equivalía a 4.9% del flujo total de envíos a escala global, según el último Anuario de Migración y Remesas publicado por BBVA.
El monto de dinero que llegará este año, si se cumple el vaticinio de Bofa, será el mismo que recibimos en 2017, con la única excepción que la devaluación del peso mexicano —que ronda 25%— no hará tan duro el golpe a las familias que reciben remesas.
Según publicó semanas atrás la Cepal, se prevé que el desempleo en EU alcance este año a 3 millones de personas y entre ellas a casi 600 mil migrantes, de los cuales la mayoría —330 mil— son de origen mexicano. Además, los estados con mayor número de contagios de covid-19 y con directivas más estrictas de ‘quedarse en casa’ son aquellos con fuerte presencia mexicana como Nueva York, California e Illinois.
Las remesas son el plan social, el programa de bienestar más sólido del país, que sirve para cubrir las necesidades básicas de 1.6 millones de hogares mexicanos, de los cuales 62% está en comunidades de entre 2 mil 500 y 15 mil personas.
En un país de inequidades, las remesas eran un bálsamo que ahora un virus atacó también directamente.
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@ba_anderson