Esta semana hubo gran controversia por las declaraciones de la americanista Janelly Farías. Después de ser expulsado la jornada anterior, Carlos Salcedo publicó en sus redes sociales: "¡Juego de barbies! En el futbol existe contacto".
Farías replicó:
"Esta facilidad de utilizar la 'feminidad' para burlarse e insultarse entre hombres tiene que parar…Lo que para algunos son comentarios casuales para nosotras han sido barreras toda la vida. En el camino hacia la inclusión y la igualdad todos somos parte de la solución y el futbol femenil aún necesita mucho apoyo y concientización de todas las partes involucradas".
No es novedad que en redes sociales exista violencia, odio y agresión, pero el tipo de respuestas, se salen de un debate natural. Unos ejemplos moderados:
(Sic) previo a lo siguiente:
*Todo les ofende, ustedes dedíquense a jugar.
*La neta esto del feminismo es una mamada.
*Femiloca.
*Te hizo falta más atención de tus padres para que tengas autoestima y te valores.
*Que puta sensibilidad ya de toda aquella feminista radical, no mamar.
*El drama de la jugadora.
*Ahora ya tendrán el pretexto perfecto para pedir la igualdad en salario.
*Ya, neta, párenle a su mame de hacerse las ofendidas por cualquier cosa, solo quedan peor señoritas.
*Ya de todo quieren sacar partido para sentirse víctimas
*Ya todo es machista para ustedes, viejas ridículas!!
*Dejarían de ser mujeres por hacerla de pedo por todo.
*Si no tienes algo bueno que aportar mejor cierra el pico
*A ustedes ni quién las pele, en todo ven violencia de género hasta donde no la hay.
*Urge que dejen de ser tan paranoicas.
*Payasa y ridícula.
*Sus lloriqueos solo confirman: ustedes son física y psicológicamente débiles, y si creen que no se los vamos a restregar en la jeta están mal.
*¿Cuánto a que este par son lesbo?
*Maldita tripona mentirosa.
*Golpes de pecho ante la crítica.
*No es pa’ tanto.
*Cállate, chachalaca.
*Eres una pedorra, se venía venir que ibas a sacar la carta de víctima, así son cuando no tienes argumentos.
Este es un corto y pequeño ejemplo de lo que se vive si se atreve una a expresarse por los salarios dignos, la igualdad de género, la violencia verbal o escrita, entre otras cosas, POR DERECHOS HUMANOS BÁSICOS.
El debate se convierte nulo ante la falta de reconocimiento de que en efecto existe un problema. Es un tema muy delicado y muy sensible, pero es necesario.
Me surgen dudas:
¿Estas personas tienen hijas, hermanas, madres, novias, esposas? ¿Les responderían así si fuesen ellas quienes piden igualdad? ¿Es tal la doble moral?
Bien dice una respuesta: “Si quieren igualdad no la van a lograr chillando por todo.” Ahí es donde recae la equivocación. No estamos chillando. Estamos luchando. Estamos haciendo que nuestras voces se escuchen. Y ya no vamos a parar.
Y sí, si se va a lograr así. Si no se habla de estos temas, se mantienen. Por eso es importante seguir este diálogo, seguir abriendo estos temas para que poco a poco se pueda ir generando un cambio hacia la igualdad que, por cierto, es un tema de derechos humanos, digo, por si las dudas de la legitimidad de la lucha.
Quien no ve el problema, es parte del mismo