¿Qué tienen en común un vocho 64, una bicicleta checa, una licuadora francesa y un bloque de concreto noruego? En principio nada. En realidad, todo.
¿Que todos son europeos o que todos son productos industriales? Esas podrían ser aproximaciones válidas, pero no es la respuesta que estamos buscando. Lo que une a todos estos disímbolos productos es que todos pueden ser, de algún modo, circularmente reutilizados. Dicho en español castizo: todos pueden ser reparados. Sí: reparados.
Tristemente, la palabra “reparar” es una que empezó a desaparecer del diccionario industrial hace unos 50 años, cuando las empresas descubrieron que era más rentable fabricar productos con obsolescencia programada, para obligar a los consumidores a comprar lo nuevo, en vez de reparar lo usado.
Fue así como empezamos a ver cada vez más teléfonos celulares y computadoras prácticamente inservibles después de algunas actualizaciones; automóviles con motores tan complejos y sellados, que sólo cambiando piezas vuelven a funcionar; y toda suerte de aparatos que vienen condenados de fábrica a morir pronto, para acrecentar la montaña de basura inservible que poco a poco inunda al mundo. Eso es lo que se llama Economía Lineal.
Pero hoy, la linealidad pasó de moda. El futuro de la economía, por responsabilidad, pero sobre todo por rentabilidad y exigencia de los consumidores, empieza a ser circular.
La Economía Circular es la enorme tendencia global que se basa en tomar recursos, transformarlos para hacer productos, recuperar, reutilizar, reparar y regresar los desperdicios al proceso y repetir interminablemente todo lo anterior.
En este proceso circular, las ganancias medioambientales son obvias. Sin embargo, si tu corazón es verde billete más que verde vegetal, lee bien lo siguiente: El Consejo Global de Negocios, constituido por las multinacionales más grandes del mundo, calcula que la Economía Circular podría generar oportunidades de negocios de 4.5 trillones de dólares en los próximos 10 años: algo nada despreciable.
¿Las áreas? Todas: Si eres fabricante, reutilizar y reconceptualizar los desechos de tu proceso. Si eres prestador de servicios, reparar, reciclar, reutilizar y reintroducir desechos a procesos de producción o al cliente final. Y si eres un facilitador, como gobierno o empresa digital, puedes acelerar los procesos circulares para el ecosistema productivo.
Con la Economía Circular, la tendencia es hacia la durabilidad o hacia la reparabilidad sencilla y total de los productos. Algo así como se reparaba un vocho 64 y una licuadora o como se reparan hoy productos circulares de forma sencilla, como la bicicleta checa Re-Pello y los bloques noruegos de concreto Skanska. Así como era antes. Así reparable. Así facilito.
Arnulfo Valdivia Machuca
@ArnulfoValdivia