A unos días de celebrar la navidad me permito compartir algunas reflexiones.
Al modo de Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales en su última meditación “Contemplación para amar” nos invita a agradecer por tanto bien recibido y nos impulsa en todo amar y servir.
Especialmente comparto con ustedes el pasaje bíblico:
Diez leprosos que le gritaron a Jesús “ten compasión de nosotros, Jesús que jamás se olvida del afligido les dijo vayan y preséntense con los sacerdotes, en el trayecto quedaron limpios, al darse cuenta de esto un leproso regresó a agradecerle a Jesús, Jesús le preguntó por los otros nueve, no hubo contestación, sólo uno había regresado y ese era samaritano, el menos que piensa uno, ese era el que agradecía.
Hoy tiene una relevancia porque quiero regresar y dar gracias por tanto bien recibido.
Este periodo de pandemia se ha ido agolpando en mi corazón: recuerdos, anécdotas, aprendizajes, caras, etc., en fin, de todo; pero lo más importante, me ha dado la oportunidad de regresar a mi Principio y Fundamento, para sorpresa el Dios bueno me ha concedido el regalo de abrirme los ojos del entendimiento para ver cómo Dios ha actuado en mi vida. Imagino la escena donde Jesús llama a Mateo:
“Lo miró con misericordia y lo eligió”.
Me siento afortunado, porque aún con mis debilidades, soy invitado por ese Dios-Jesús a colaborar en la misión del reino. Esa misión se ha concentrado en los últimos 23 años en el apostolado educativo de la Compañía de Jesús.
Tanto en la Escuela Carlos Pereyra como en la Ibero-Torreón me ha permitido poner mi granito de arena en tan valiosa apuesta de formar hombres y mujeres para y con los demás.
Finalmente, deseo que el 2022 nos permita tomar ruta como expresa San Alberto Hurtado “si la fe nos da el rumbo y la experiencia nos muestra los escollos, tomémoslos en serio.
Mantener el timón.
Clavar el timón, y como a cada momento, las olas y las corrientes desvían, rectificar a cada instante, de día y de noche… ¡No las costas atractivas, sino el rumbo señalado! Pedir a Dios la gracia grande: ser hombres y mujeres de rumbo”.
Que así sea.
