El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, asistimos al evento convocado por Mujeres que Luchan por Mujeres, INCIDE FEMME tiene representación en esa colectividad que ocupó de manera pacífica la tarde de aquel lunes la Plaza Mayor.
Fuimos testigas, a través de los diferentes medios impresos o electrónicos, de la cantidad de mujeres que acudieron a la convocatoria. Jóvenes la mayoría, pero también madres y abuelas. Es de destacar, que acudieron sin acarreo, sin torta, refresco o paga, pero hartas.
Quiero acentuar que, el movimiento feminista de La Laguna, el que está en la incidencia a favor de los derechos humanos de las mujeres de manera diaria, los 365 días del año, monitorea acciones y omisiones del funcionariado, detecta problemas y áreas de oportunidad, testifica la revictimización secundaria de la que son objeto las mujeres cuando no son atendidas, cuando se les obliga a realizar múltiples diligencias, antes de que puedan ver algún resultado, un mínimo avance en su carpeta de investigación.
Observamos lo veleidoso que es el sistema de justicia, frente a los pocos recursos de la mayoría de las mujeres para enfrentarlo.
Cuando ocurre un ilícito, ellas tendrán que confrontar a su agresor y, por si fuera poco, también al Estado.
Convirtiéndose la búsqueda de justicia, en una lucha desigual, en donde las perdedoras son casi siempre las mujeres.
Existen, por un lado agresores, por otro un marco de protección jurídica de los derechos humanos de las mujeres muy amplio, pero qué, en muchos casos es letra muerta, no se aplica, ni ejerce.
En este punto es donde se vuelve interesante la “manada” de mujeres en las calles, esas que salimos independientemente del clima, la pandemia, y otros factores.
Que salimos a gritar “No estás Sola” “Si tocan a una respondemos todas”.
Las hermanas escucharán el grito de dolor de sus hermanas, acudirán al llamado y pueden eventualmente tomar acción, a favor de quienes han vivido violencias y no las atendieron, quedando sin justicia.
Estamos tan cerca de ellas como un click.