Hace algunos años, cuando alcancé el triunfo electoral a gobernador de mi estado mediante la alianza opositora PRD-PT-Convergencia, encabezada por el Partido de la Revolución Democrática, poco tiempo después recibí la invitación formal a afiliarme al Sol Azteca.
Lo hice, movido por un elemental sentido de gratitud y lealtad con quien me había dado la oportunidad de contender, ahora por la vía constitucional, para ser gobernador por segunda vez de mi querido estado de Guerrero .
Logramos la votación más alta en toda la historia de nuestra entidad, que hasta hoy día no ha sido superada; abrimos la mayor parte de los espacios de gobierno al PRD; ganamos todas las diputaciones federales y 20 de 28 diputaciones locales, lo mismo de los municipios.
Nunca contratamos deuda pública y heredamos obras estratégicas de gran impacto como el macrotúnel, el Acabus y la nueva fuente de captación de agua potable de Acapulco, sólo por mencionar algunas.
Todo marchaba bien. Pero las cosas tomaron otro giro a raíz de los lamentables acontecimientos de Iguala
Ante la ausencia de solidaridad y respeto de la entonces dirigencia nacional del PRD, decidí separarme del cargo para dar paso a una investigación, en donde no se dijera estaba influenciada por el gobernador en turno, y asimismo manifestar mi inconformidad con una dirigencia que estaba totalmente entregada a las autoridades federales.
Hoy la historia me ha dado la razón: el PRD extravió sus principios y perdió el rumbo, en consecuencia ha perdido hasta hoy su registro en 21 entidades del país.
Es triste decirlo, pero hoy el PRD ha perdido su esencia, tiende a su desaparición y parece que nadie repara en ello.
¿Adónde se dirige el PRD? Hoy vemos a su dirigencia celebrando el triunfo panista en Aguascalientes, ¿hay algo que celebrar?
Por otro lado: ¿Se ha revisado acaso qué les han redituado las alianzas?
¿Han llamado a sus fundadores como el ingeniero Cuahutémoc Cárdenas o Porfirio Muñoz Ledo o algunos cuadros valiosos o exgobernadores para generar un espacio de reflexión y refundación?
Nada de eso sucede, porque hay quienes han escriturado a su nombre algunos partidos políticos.
He mantenido mi apoyo y simpatía al PRD en Guerrero.
A pesar de que la mayoría de sus dirigentes emigraron a Morena, somos la tercera fuerza política, con 9 diputados en el Congreso y el mayor número de alcaldes en nuestra entidad, a pesar de no recibir ningún tipo de apoyos de la dirigencia nacional de este partido.
Parece que hoy al PRD le queda sólo un camino: la consolidación de liderazgos regionales, es decir, caminar de la provincia hacia el centro, como alguna vez se hizo en la época posrevolucionaria, o simplemente morirá.
Del anecdotario:
Visité a Andrés Manuel López Obrador para invitarlo a mi campaña a gobernador… Me explicó sus razones por las que no asistiría y las entendí perfectamente.
Después nos volvimos a encontrar en 2012, siendo él candidato a la Presidencia de la República por el PRD, MC y PT, y me pidió lo acompañará algunos eventos de campaña, lo cual hice de manera resuelta, sobre todo ante los rumores que se corrían de la amistad que me unía con Enrique Peña Nieto, relación que nunca voy a negar, no así con algunos miembros de su gabinete que mucho daño le hicieron a su gobierno.
Los resultados fueron contundentes: AMLO ganó de manera amplia en el estado de Guerrero y borramos cualquier sospechosismo sobre mi actuación política.
La política es así…
Ángel Aguirre Rivero**Ex Gobernador de Guerrero
