Por más que me esfuerzo, no recuerdo haber visto nunca una guerra entre un alcalde y un jefe de gobierno como la que estamos viviendo hoy en la Ciudad de México.
Esto es inédito, insólito, y hace que uno, como ciudadano, se sienta inquieto.
Déjeme lo pongo en antecedentes. ¿Por qué es importante que usted sepa de esto si probablemente viva en otro lugar?
Porque la Ciudad de México es la capital de todas y de todos los mexicanos. Le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, también es su capital.
Y porque su jefa de gobierno es un personaje que suena mucho como candidata a la presidencia de la república.
Todo lo que suceda con ella hoy repercutirá, invariablemente, en su futuro.
¿Cómo están las cosas en la Ciudad de México? Haga de cuenta que es como cualquier estado de la república sólo que en lugar de tener un gobernador tiene un jefe de gobierno y que en vez de dividirse en municipios, se divide en alcaldías.
La más importante de todas las alcaldías chilangas, por su ubicación y relevancia política, económica y cultural, es la Cuauhtémoc.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México es Claudia Sheinbaum, de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador.
La alcaldesa de Cuauhtémoc es Sandra Cuevas Nieves, del PRD, partido opositor a Andrés Manuel López Obrador. ¿Le sigo?
A mí no me interesa amarrar navajas, ni defender ni atacar a nadie. Quiero que entienda la profunda incomodidad de vivir en un escenario como éste porque hay cosas que le corresponden al gobierno de la Ciudad y otras, al de la alcaldía.
Por si todo esto que le estoy diciendo no fuera lo suficientemente complejo, tanto la jefa de gobierno de la Ciudad de México como la alcaldesa de Cuauhtémoc son mujeres, son de izquierda y están en boca de todas y de todos.
¿Qué fue lo que ocurrió? Palabras más, palabras menos, que se encontraron muestras de una campaña en contra de Claudia Sheinbaum y que, supuestamente, la responsable es Sandra Cuevas.
Quiero que por un momento se ponga a pensar en todo lo que esto implica, en todo lo que representa y en todo lo que pudiera suceder tanto por el lado de doña Claudia como del lado de doña Sandra.
Una se defiende, la otra ataca y viceversa. Lo veamos por donde lo veamos, es profundamente molesto y peligroso especialmente si lo sumamos a todo lo que ha ocurrido en la capital del país, en general, en las últimas semanas.
¿Cuál es la nota? Que sea lo que sea lo que está pasando y sea quien sea el que esté detrás de esto, se trata de un perder-perder.
Perderá Claudia Sheinbaum. Perderá Sandra Cuevas. Perderán las mujeres. Perderá la izquierda. Perderá la Ciudad de México. Perderá la alcaldía Cuauhtémoc. Perderemos todos.
¿Por qué? Porque mientras ellas, sus gobiernos y sus partidos se pelean, las y los habitantes de la Ciudad de México y de la alcaldía Cuauhtémoc parecen abandonados a su suerte.
¿Quién piensa en ellos? ¿Quién piensa en algo que no sea el poder, en algo que no sea la sucesión presidencial?
¿Ahora entiende? Esto es inédito, insólito, pero sobre todo, un insulto.
Qué mala onda que las autoridades, en lugar de preocuparse por nosotras y por nosotros, estén más preocupadas por ellas. ¿O usted qué opina?
Álvaro Cueva