“Vaselina” con Timbiriche es lo más perfecto que vas a ver hoy. Verla en el Teatro Centro Cultural 1 de la Ciudad de México es mil veces mejor que verla en Broadway.
Te lo digo yo, que la vi en Broadway, pero, además, te lo digo yo con el mejor de los argumentos:
Esta “Vaselina” tiene algo que ninguna otra “Vaselina” de ninguna otra época ha tenido ni en México ni en el mundo entero: tiene a nuestras estrellas.
No me quiero ni imaginar el calvario que los productores Alejandro Gou y Erik Rubín tuvieron que pasar para contratar a tantas luminarias genuinamente talentosas y amadas por el pueblo de México hoy, pero valió la pena.
Ver “Vaselina” con Timbiriche es sentir lo que se sentía cuando uno iba al legendario Teatro Blanquita, lo que se sentía cuando uno miraba la época de oro de “Siempre en domingo”.
Es volver a lo mejor de lo mejor con lo mejor. Resultado: certeza total, empoderamiento absoluto, felicidad de principio a fin. ¡Las mejores dos horas y media de 2023!
Alejandro Gou y Erik Rubín no se conformaron con traer una franquicia internacional y reproducirla. ¡No!
Buscaron un momento de gloria en el imaginario colectivo, ese punto en el que los todavía niños de Timbiriche montaron “Vaselina” en los años 80 y buscaron la manera no sólo de reproducirlo sino de perfeccionarlo para precisamente alimentar con esas mismas emociones a una nueva generación.
El resultado es una experiencia imperdible, inolvidable, preciosa y positiva que une a los abuelos con los padres, los hijos y los nietos en una explosión de júbilo como no existe otra porque es nuestra.
Gracias al talento de gente que ha hecho tanto por el teatro nacional como Julissa, “Vaselina” no es un musical más del montón. “Vaselina” es nuestra, es un referente cultural tan mexicano como las canciones de José Alfredo Jiménez y las películas de Pedro Infante.
¿Sabes lo que es ver este clásico de todas y de todos los mexicanos sumado a la experiencia de ver en escena a otro gigantesco referente cultural como es Timbiriche? Es como para volverse loco de placer.
Pero fíjate en la inteligencia de Alejandro Gou y de Erik Rubín. Además de tener a Benny Ibarra, Mariana Garza, Alix Baurer, Diego Schoening y el mismo Erik juntos en el escenario, sumaron a un montón de superestrellas de muchísimas generaciones.
Desde María León, Andrea Legarreta, Angélica Vale y Yahir hasta Kalimba, Leonardo de Lozanne, Alex Ibarra, Verónica Jaspeado, Lupita Sandoval, Guana y la niñita Emilia Gou.
En resumen: tenemos la nostalgia, pero además tenemos el presente y por si esto no fuera suficiente, también tenemos el futuro.
¿Pero sabes qué es lo más bonito? Que cada estrella tiene su momento de gloria. Aquí nadie vale más que nadie. Todos ganan. Es el verdadero teatro musical, ése que se hace en equipo, ése que se hace desde el corazón.
Y no te he dicho nada de la espléndida dirección de Mauricio García Lozano, de la dirección coreográfica de Carmelo Segura, de los arreglos de Benny Ibarra, del vestuario de Letal ni de la música en vivo porque no acabo nunca.
Tan sólo la parte tecnológica es como para escribir una columna completa. No te voy a vender trama para no arruinarle la experiencia pero en “Vaselina” con Timbiriche hacen algo combinando pantallas y recursos físicos tan, tan, pero tan bien logrado que las exclamaciones de asombro de las multitudes se repiten una y otra vez.
Lucha con todas tus fuerzas por vivir esto ya, pero ya. Te va a gustar. De veras que sí.
