“Minas de pasión”, la nueva telenovela de Pedro Ortiz de Pinedo es tan buena que debería estar a las 21:00 en Las Estrellas.
Sí, yo sé que a lo mejor usted, como miles de personas, la está siguiendo en VIX y que ahí no importan los horarios pero hay algo en el espacio de las 18:30 en Las Estrellas, que de repente le pertenece a un tipo de televisión y luego a otro, que no me acaba de convencer como televidente.
Es como si fuera un territorio en disputa, un espacio experimental y, obviamente, a este título le va a costar más trabajo encender a las multitudes al nivel de “Tierra de esperanza”.
¿Qué es “Minas de pasión”? La primera versión mexicana del gran clásico estadounidense “La patrona” de Valentina Párraga adaptada en esta ocasión por Bethel Flores, Edwin Valencia, María Elena López y Romy Díaz.
Seguramente usted también la recuerda con la inolvidable Christian Bach. Estamos de acuerdo en que era una superhistoria, ¿verdad?
Pues imagínesela ahora con todos los recursos de TelevisaUnivision y uno de los mejores repartos del año.
Es que hasta la sombra que pasa por ahí es estrella. Vamos de Livia Brito a Alejandro Camacho, de Anette Michel a Mayra Rojas, de Osvaldo de León a César Évora, de Karyme Lozano a Alma Cero, de Rodrigo Murray a Omar Germenos, de Sylvia Sáenz a Rodrigo Brand, de Carlos Gatica a Lizy Martínez y yo me podría pasar todo el día celebrando esto.
Pero, la verdad es que me urge decir otras cosas que genuinamente son relevantes.
Si usted pensaba que las telenovelas mexicanas se habían quedado atrás en materia de empoderamiento femenino, temáticas sociales y todo eso que le encanta afirmar a la gente que se quedó en los tiempos de Thalía, le tengo noticias:
Una vez más Las Estrellas nos sorprende con un título que apuesta por mujeres fuertes, nuevas masculinidades y contenidos de la más alta actualidad social.
“Minas de pasión”, sin dejar de ser una telenovela, ya es otro nivel de melodrama. Hay un gran trabajo literario detrás de esto.
Y si no me cree, le voy a señalar algo que yo criticaba mucho en el pasado y que hoy Pedro Ortiz de Pinedo nos está ofreciendo de una manera completamente natural, espontánea.
Hace más de 15 años yo decía: ¿por qué los protagonistas de las telenovelas mexicanas no entrenan? ¿Por qué no cuidan su cuerpo como los personajes de las animaciones japonesas? ¿Por qué no mandan mensajes de salud? Es como si hubieran nacido con sus cuerpos perfectos. Como si eso dependiera únicamente de Dios.
¿Qué fue lo primero que vimos en el episodio uno de “Minas de pasión”? Una heroína que sí, está muy bonita, pero que lo primero que hace al levantarse es salir a entrenar.
Y por el otro lado, el galán, sin conocerla, hace exactamente lo mismo: corre, hace ejercicios de diferentes tipos. Son modelos a seguir. Son lo que no teníamos antes. ¡Gracias!
Y ni hablemos de lo demás porque no acabaríamos nunca. Este título está lleno de sutilezas que uno, como espectador, agradece.
¿Cómo vio el tema de la justicia social? ¿Qué opina de la parte política? ¿No se le hace relevante el equilibrio entre la emoción y la diversión? ¿No adoró la fiesta de pueblo con fuegos artificiales? ¿No se le hizo un gran detalle lo de los mariachis?
Es México. Son nuestras telenovelas. Es un cambio. ¡Me fascina! ¡Muchas felicidades!
Luche con todas sus fuerzas por ver “Minas de pasión” en Las Estrellas o en VIX. Le va a gustar. De veras que sí.