Espectáculos

'Euphoria' de HBO Max

Euphoria es una serie que me pone muy mal porque me duele muchísimo que ésa sea la realidad de millones de jóvenes en México y el mundo entero, y porque me queda claro que aquí va a pasar algo espantoso en términos sociales y mediáticos.

Y es que Euphoria es para los adolescentes de hoy lo que The Sopranos fue para quienes teníamos HBO a finales de los años 90, principios de los 2000.

¿A usted ya se le olvidó? Más allá de lo buenísima que estaba, The Sopranos fue el origen de las narconovelas, de la idealización de nuestros peores delincuentes con todo lo que eso trajo.

De mí se acuerda, algo similar va a pasar con Euphoria. Más se va a tardar esta obra maestra de HBO Max en seguir al aire, que un empresario de por acá en “tropicalizar” el formato hasta meterlo en televisión abierta y ahí sí que Dios nos agarre confesados.

A ver, a ver, ¿qué está pasando aquí? ¿Euphoria es buena o es mala? ¿La estoy atacando o la estoy elogiando?

Euphoria es un poema de serie de televisión, pero un poema negro, un poema social.

Es una grandiosa serie que retrata, como sólo la verdadera televisión premium lo puede hacer, el mundo de las drogas en la juventud actual.

Esto no tienen nada que ver con cualquier cosa similar que usted haya visto con jóvenes de los 60, 70 u 80. Es mil veces más fuerte y trae una serie de componentes psicológicos y sociales que jamás habíamos visto con este tipo de materiales.

Por eso todo el mundo está fascinado. Por un lado, está el golpe. Por el otro, el espectáculo. Y en medio, dos situaciones súper impresionantes: identificación y diálogo.

Es muy conmovedora la manera como miles de adolescentes se identifican con los personajes de Euphoria, pero es todavía más desgarrador el fenómeno de discusión que cada capítulo abre en un montón de hogares.

Euphoria está sirviendo para que los papás se den cuenta de dónde están parados sus hijos, para que las familias dialoguen. Tendría que ser material obligado en las escuelas.

Es una suerte de 13 Reasons Why, pero elevado a la ene potencia porque como esto es marca HBO, como esto es premium, vemos desnudos totales, sustancias que entran y las cosas como son.

Me duele porque yo quisiera que nuestros chicos vivieran en un mundo diferente, porque yo esperaba que para este momento de la historia de la humanidad las chicas y los chicos no tuvieran que vivir esos infiernos.

¿Cuál es la nota? Dos puntos. Primero, que ya tenemos temporada dos, a un ritmo de un episodio por semana, en la plataforma HBO Max.

Y segundo, que como ahora ya existe HBO Max, Euphoria es más accesible, menos elitista. ¡Más personas la pueden ver!

Está de más que le diga que la producción es maravillosa y las actuaciones, sublimes.

Luche con todas sus fuerzas por ver este material. Si tuvo el privilegio de ver la temporada uno y los especiales en su momento, ¡felicidades! ¡Lléguele a la temporada dos!

Y si no, ¿qué está esperando para descubrir esta serie? La experiencia va a ser brutal, pero necesaria.

Yo sólo espero que si a alguien se le ocurre “tropicalizar” el formato, como en su momento sucedió con “The Sopranos”, no repitamos el error de confundir televisión premium con televisión abierta. ¿O usted qué opina?

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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