Hoy jueves 29 de agosto se estrena, en Prime Video, la temporada dos de “El señor de los anillos: los anillos de poder” (“The Lord of the Rings: The Rings of Power”).
¿Qué le puedo decir al respecto? Que si la temporada uno le dio un nuevo sentido al adjetivo “buenísima”, la temporada dos es mil veces mejor.
¿Se puede ser más que buenísimo? Sí, estos capítulos lo demuestran. ¡No lo puedo creer! Superaron lo que consiguieron en 2022. Son mejores que lo que se está haciendo en cine.
Se necesitaría estar verdaderamente mal para no dejar de hacer cualquier cosa y correr a ver esto solo, con la pareja, con la familia o con los amigos.
¿Cuál es la nota? Que la temporada dos de “El señor de los anillos: los anillos de poder” le da a los fans, y al público en general, exactamente lo que querían ver.
Es toda la espectacularidad de la temporada uno más unos juegos creativos que permiten que esto embone a la perfección con todo lo que sabemos de los libros y de las películas de “El señor de los anillos”.
¿Y? ¿Qué tiene esto de importante? Todo porque permite que nos empoderemos, que nos sintamos superiores, que podamos participar.
No más polémicas extrañas. No más afirmaciones temerarias. No más “hate”.
Hablemos de antecedentes, del fondo y de la forma.
Antecedentes. ¿Necesito haber visto la temporada uno para entender esto? No porque hay una sinopsis buenísima y porque todo es asombrosamente claro pero lo ideal es que usted venga de ahí para que aprecie la evolución del producto.
Fondo. ¿Cuál es la historia? Más anillos, más poder. J.D. Payne (“Star Trek Beyond”), Patrick McKay (“Jungle Cruise”) y guionistas como Gennifer Hutchison (“Breaking Bad”) escribieron una serie prodigiosa que no se parece a nada que exista en el mercado de la fantasía.
¿Dónde está la diferencia? En que todo aquí es macro, grande, inmenso. Hasta los recursos que podrían parecer más íntimos, explotan en derroche.
Tienen un recurso que adoro: cuando uno piensa que la escena es tranquila, ¡zaz!, pasan cosas fuertísimas, aparecen monstruos, llegan multitudes de un lado, multitudes de otro, hay golpes, batallas, fuego, ruido. ¡Y nos vamos a otra secuencia igual o mejor!
Forma: la complejidad técnica de cada escena de lo nuevo de “El señor de los anillos: los anillos de poder” es como para hacer un documental.
No se trata de retacar la pantalla de efectos especiales. Se trata de crear un universo donde cada elemento tiene su color, su sonido, su tono, su textura y si no son las hojitas de los árboles es la luz y si no son los acordes es la edición.
¡Qué manera de darle continuidad a un proyecto verdaderamente importante! ¡Qué manera de hacerlo bien!
¿Pero quiere que le diga lo más satisfactorio de este contenido? Que le es fiel a J. R. R. Tolkien, el gran autor de todo esto.
“El señor de los anillos: los anillos de poder” es una obra sobre valores, fantasía para soñar, para divertirse, pero también para pensar, para hacer crítica social, para quedarnos con algo.
Es el comienzo de una nueva era, pero dentro de lo que el creador de esta idea siempre quiso compartir y que por diferentes razones históricas nadie había podido llevar a la pantalla hasta ahora.
Me siento muy afortunado de ser testigo de este lanzamiento, de este monumento al cine, de esta oda a la imaginación.
Luche con todas sus fuerzas por ver la temporada dos de “El señor de los anillos: los anillos de poder” en Prime Video. Le va a gustar. De veras que sí.