Los canales nuevos suelen ser muy torpes y moverse despacio. Maussan Televisión, no.
¿Sabe usted lo que se inventaron ayer? Una especie de teletón sobre el Papa Francisco.
¿Qué tiene esto de relevante? Que es un esfuerzo que sólo pueden hacer los grandes, las señales que llevan años en el mercado.
Estamos hablando de una transmisión especial en vivo de más de seis horas donde se dijo lo que no se había dicho en ningún otro canal.
¿Por qué? Porque nuestros medios, tanto los públicos como los privados, son particularmente conservadores a la hora de meterse con un poder como el de la Iglesia Católica.
Maussan Televisión, sin caer nunca en una sola falta de respeto, se metió en eso que las multitudes matan por saber y que nadie se atreve a preguntar. Desde el testamento hasta las profecías.
¿Cuál es la nota? Que “Francisco: el Papa humilde” no fue un programa especial, fue un producto extra, transversal, que se montó sobre la programación regular del canal 3.3.
¿Qué significa esto? Que como en los teletones, sí, tuvimos un eje rector pero, al mismo tiempo, viajamos por los programas de Maussan Televisión como “Una mañana estelar”, “Cabronas” y “QRR”.
Resultado: un grandioso escaparate para quienes jamás habían visto estos contenidos, una demostración de la preparación de todas y de todos los conductores de esta señal y sensacionales mensajes de capacidad de respuesta y de trabajo en equipo.
Lourdes Gómez fue la titular de esta emisión. Y no sólo condujo, respondió hasta a las preguntas más escabrosas que le hicieron presentadores como René Navarro, Jackie Arroyo, Leslie Bejarano, Jimena Duarte y Lizzet Arriaga.
Para que entienda la magnitud de lo que le estoy diciendo, Jimena tiene un programa que se llama “Cabronas”. ¿Sabe usted lo que fue ver a la señora Duarte cuestionando al Papa Francisco por asuntos de violencia de género?
Y las respuestas de Lourdes, increíbles. Lo sabía todo. Siempre seria. Siempre profesional.
Al final vino una mesa con seis especialistas. ¡Seis! Todos de ahí, de “casa”.
Sí, hubo problemas técnicos como al inicio de una entrevista que se hizo por zoom con una amiga personal del Papa Francisco que vive en Argentina, pero el resultado, a nivel macro, fue espléndido.
¿Qué otro canal hubiera podido hacer algo así? ¿Qué otro canal, sin recurrir a su departamento de noticias? ¿Qué otro canal, con sus conductores de la mañana y la tarde?
Busque “Francisco: el Papa humilde” en YouTube y sígase sorprendiendo con esta nueva señal. Le va a gustar. De veras que sí.
ÉXTASIS
¿Puede la televisión llegar a ser superior al cine? Fíjese lo que le estoy preguntando porque el mercado está plagado de grandiosos contenidos y hay un punto en que ya no sólo no podemos seguir viendo a la televisión como un medio de segunda frente al cine sino que ya hasta podemos cuestionar a la industria cinematográfica.
¿Qué están haciendo para sostenerse como la cúspide del arte audiovisual cuando las series han evolucionado tanto en los últimos años?
¿Qué le funciona más a la humanidad ahora: una película que se consume en un par de horas o una serie que dura un poco más y que, por lo mismo, permite alcanzar otros niveles tanto en su contenido como en sus valores de producción?
¿Por qué estoy preguntando esto? Porque terminé de ver los cinco episodios de la miniserie australiana “The Narrow Road to the Deep North” (“El camino estrecho al norte profundo”) que la plataforma Universal+ está distribuyendo en exclusiva para toda Latinoamérica y no doy crédito del nivel.
Ahora entiendo por qué, hace unas cuantas semanas, en el Festival Internacional de Cine de Berlín, uno de los más importantes y poderosos del mundo, este material triunfó aparatosamente frente a un montón de películas que se quedaron esperando la mitad de esos elogios.
Si usted es amante de títulos como “Shogun”, “Big Little Lies” y “Chernobyl”, tiene que dejar de hacer todo lo que está haciendo y disponerse a vivir ésta, una de las experiencias más exquisitas del entretenimiento global.
Ojo: dije exquisita, como la multipremiada novela de Richard Flanagan en la que está inspirada. La editó Random House.
¿Se acuerda usted de ese gran clásico del cine titulado “El puente sobre el Río Kwai”? Los conocedores van a ser muy felices con este contenido porque de una manera u otra apela a ese momento de nostalgia.
Es la historia de supervivencia de los soldados australianos que fueron a pelear durante la Segunda Guerra Mundial. Los que fueron capturados, torturados y obligados a construir la más inútil de las rutas ferroviarias.
La gracia está en que esto, que marca hasta a la persona más insensible, está narrado en dos tiempos y combinado con una desgarradora historia de amor.
Todo es grande aquí: el escritor (Shaun Grant de “Snowtown”), el director (Justin Jurzel de “Nitram”) y el protagonista (Jacob Elordi de “Euphoria”).
En Universal+ debe haber fiesta en este momento. No cualquiera adquiere los derechos de una joya de este tamaño y menos tan rápido. Hay que aprovecharla y verla. En serio. ¡Felicidades!