Hoy se estrena “El abogado del Lincoln” en Netflix y yo le quiero pedir que la vea.
¿Por qué? Porque es el más claro ejemplo del poder de la televisión.
“El abogado del Lincoln” es una producción diseñada por A+E Studios para la CBS de Estados Unidos. Por diferentes circunstancias, principalmente pandémicas, acabó en Netflix.
¿Qué tiene de especial, de poderosa? Que como está hecha para la televisión abierta, sí funciona.
Me da mucha pena tener que decir esto, pero la televisión abierta fue, es y será el origen de muchas cosas buenas porque tiene la obligación de competir, de retener al público, de sumar audiencias, de respetar los hogares.
Es mil veces más complicado hacer televisión abierta, buena televisión abierta, que “streaming”. Se lo juro.
Para no hacerle el cuento largo, tuve el privilegio de ver esto desde hace mucho y lo amé porque reinventa las series de abogados con una historia diferente que apuesta por nuevos tipos de sensibilidad masculina.
¿Entonces es una serie “gay”? No. No se necesita ser homosexual para proponer sobre la mesa otras maneras de ser hombre.
“El abogado del Lincoln” es muy interesante, pero al mismo tiempo emocionante, entrañable y adictiva. Son buenos casos, excelentes personajes y un actor protagónico que, además, es mexicano.

Sí, la gran estrella de esto es el tapatío Manuel García-Rulfo compartiendo pantalla con figuras como Neve Campbell (“Sream”) y Michael Graziadei (“True Detective”). ¡Es estupendo!
En buena onda, si se quiere entretener bien este fin de semana, píquele a “El abogado del Lincoln” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.
“CORAZÓN SALVAJE”
Como usted sabe, adoro al canal TLNovelas no sólo porque tuve el privilegio de conducir ahí un espacio que hasta el día de hoy significa mucho para mí.
Estoy convencido de que es un canal importante, bueno, sólido que hace cosas verdaderamente grandes por los melodramas de nuestra nación.
¿Cuál es la nota? Que en un esfuerzo carísimo, complicadísimo y francamente admirable, estos genios de la programación van a repetir, a partir del próximo lunes, el clásico de 1993 “Corazón salvaje” con mi amada Edith González, el inolvidable Eduardo Palomo, el inmenso Ariel López Padilla y la sensacional Ana Colchero.
¿Y? ¿Dónde está el esfuerzo? Se lo voy a explicar así: ¿se acuerda usted del apagón analógico? ¡Pues qué cree! Esta “bonita” evolución le dio al traste a todo lo que se había hecho antes en video, como nuestras telenovelas.
Ver un melodrama analógico con la tecnología que tenemos hoy es poco menos que lamentable. Se ve espantoso. Punto.
Los amigos de TLNovelas mandaron restaurar escena por escena esta obra maestra de Caridad Bravo Adams, adaptada por María Zarattini con producción de José Rendón.
El proceso se llama remasterización y, abreviando, hace que lo viejo, borroso y cuadradito, se vea nuevo, claro y rectangular.
“Corazón salvaje” fue una revolución literaria, erótica y cinematográfica para su época. Muero por volver a verla, pero bien, en los monitores de ahora.
Por nada del mundo se vaya a perder este acontecimiento, a casi 30 años de distancia, a partir del próximo lunes 16 de mayo a las 13:30 con repetición a las 21:40 en TLNovelas. ¡Ahí nos vemos!
Por: Álvaro Cueva