El viernes 14 de febrero ocurrieron dos grandes eventos en Paramount+: vimos el final de la primera temporada de “Dexter pecado original” y disfrutamos del inicio de la temporada tres de “Yellowjackets”.
ASESINOS
“Dexter pecado original” fue una muy grata sorpresa. ¿Por qué? Porque tratándose de una precuela de “Dexter”, el riesgo de “chafear” era inmenso, pero no.
Si usted, como yo, fue fan de aquel clásico de los años 2000, seguramente coincidirá conmigo en que ver esto fue como revivir aquellos grandes momentos de televisión.
Todo encajó con lo que conocíamos e incluso con los libros. Me parece admirable que se hayan metido con temas tan escabrosos sin molestar a nadie.
¿Me creería si le dijera que el final de “Dexter pecado original” fue tan positivo que, a pesar de ser una serie de asesinos, hasta se podría interpretar como un homenaje a los más bellos valores familiares?
En verdad, si usted no la ha visto, independientemente de que sepa de “Dexter” o no, véala.
Además, considerando que en verano veremos “Dexter Resurrection”, le juro que este material le va a ser de mucha utilidad.
Es en este punto donde yo tengo que felicitar al reparto. ¡Qué genialidad de interpretaciones!
Patrick Gibson (“The OA”) se convirtió en el clon de Michael C. Hall (el “Dexter” original que estuvo presente todo el tiempo con su voz). ¡Increíble!
Christian Slater (“Dr. Death”) volvió a demostrar por qué es uno de los mejores actores de su generación.
Patrick Dempsey (“Gray’s Anatomy”) estuvo irreconocible, alucinante, magistral.
Y la joven Molly Brown (Debra), con su actuación aquí, ya garantizó un futuro sensacional.
Si usted quiere volver a sentir lo que es una serie de verdad, atrévase a romper con todo y luche con todas sus fuerzas por ver completa “Dexter pecado original”. Le va a gustar. De veras que sí.
ASESINAS
“Yellowjackets” es una de las mejores series del mundo. Es como aquellas legendarias series femeninas de los años 2000 como “Gossip Girl” pero combinada con enigmas tipo “Lost”, asesinatos, referencias a libros como “El señor de las moscas” y, lo mejor de todo, los conflictos de hoy.
El resultado es un misil emocional porque cuando uno está a punto de suspirar comienza a gritar, cuando uno empieza a instalarse en la nostalgia cae durísimo en el presente y cuando uno inicia la producción de adrenalina se va a la reflexión.
Todo el reparto es de pura gente conocida: las mejores actrices jóvenes, las mejores actrices maduras.
¿Por qué menciono esta dualidad generacional? Porque, en el muy remoto caso de que usted jamás haya visto esto, “Yellowjackets” es una serie narrada en dos épocas: los años 90 y la actualidad.
Yo quiero ponerle un monumento a Ashley Lyle (“Narcos: México”) y a Bart Nickerson (“The Originals”), los escritores de esta joya porque se necesita un talento gigantesco para alargar durante tantos capítulos algo que, en otras manos, se hubiera agotado en el episodio seis.
Cuando uno cree que lo ha visto todo, la historia crece, vuelve a crecer, nos sorprende, se reinventa.
La temporada tres de Yellowjackets ya comenzó a subir a Paramount+ a un ritmo de un capítulo por semana y todo lo que está pasando en ella está buenísimo.
Si usted va al día, luche por verla. Si no, mate por conocerla desde el principio. Le juro que se la va a pasar de lujo. El mundo sería muy diferente si hubiera más propuestas como ésta. Así, de este tamaño es esta producción de la casa Showtime. ¡Felicidades!