Pocas cosas pueden ser más humillantes para las audiencias como que les expliquen los finales de las series.
¿Por qué? Porque es como decirles: ustedes son unos estúpidos incapaces de entender lo que estamos haciendo. Ustedes valen menos que nosotros.
Por eso odio, como nadie, esos videos que pululan en las redes sociales explicándole al público lo que pasa en las pantallas del cine, la televisión y las plataformas.
¿Pero sabe qué odio más? Que la gente tenga tan poca autoestima, que las audiencias carezcan de la más mínima dignidad y que caigan en las trampas de esos oportunistas disfrazados de “influencers”.
Y si esto no se le hace lo suficientemente delicado, agárrese fuerte porque ahí le va lo peor:
Ahora hasta las casas productoras están sacando las explicaciones de sus desenlaces tal y como acabamos de ver en el final definitivo de “Succession” a través de esos materiales extra que viven en la plataforma titulados: “Controlando la narrativa”.
¡Por qué! De veras, ¡por qué nadie tuvo el valor de frenar esta aberración!
Una cosa es un podcast de producción, un “detrás de cámaras” o un agradecimiento para los espectadores, pero otra, muy diferente y enferma, subir una explicación de lo que acabamos de ver.
¡No somos tontos! ¡Estamos pagando por un servicio! ¡Somos adultos! ¡Somos responsables de lo que vemos! ¡No nos merecemos que nos traten así!
Y sí, se lo voy a decir con todas sus letras: HBO hizo eso para curarse en salud, para impedir que le volviera a pasar lo que le pasó en “Game of Thrones”, para frenar las críticas, para impedir la polémica y para que al final todo fueran felicitaciones.
¡Perdón! Pero si no estás seguro de lo que haces, no lo hagas. No hagas cosas buenas que parezcan malas. ¡No cometas estos errores de principiante!
¿Ahora quiere que le diga lo más triste de esta falta de respeto? Que el final definitivo de “Succession” fue tan claro que no necesitaba ni una sola explicación.
HBO mató su más grande obra maestra. Esa serie era perfecta, nos había mostrado un mundo que jamás habíamos visto así y hasta se dio el lujo de coquetear con el cine de los más grandes directores de todos los tiempos (dígame si la escena de la cocina no fue como de Luis Buñuel).
No necesitábamos ver a los responsables de esta joya aclarando ni una sola escena. Son contenidos premium. Aclarar no es premium, es descender al nivel de los falsos profetas de las redes sociales. Es no entender por qué HBO es HBO.
Más allá de esto que es terrible, ¿qué le puedo decir de la conclusión de “Succession”?
Que es una experiencia imperdible que pone sobre la mesa situaciones necesarísimas como lo que sucede en el interior de las muy idealizadas grandes corporaciones.
Como se lo dije desde el principio, “Succession” es una historia de familia. Por tanto, una historia con la que todos, en algún momento, nos identificamos.
Y todo para descubrir que no importa si somos ricos o pobres, los primogénitos o los benjamines, las mujeres o los hombres, siempre se puede caer más bajo y perder la cordura, el estilo y más, mucho más.
Sí, “Succession” es una variación de “Game of Thrones”. Es una lucha de poder. Es una guerra por “la silla”.
Por favor, no permita ni que se la cuenten ni que le expliquen el final. Dese a respetar y, en el muy remoto caso de que no sepa nada de esto o de que todavía no llegue a las últimas escenas del último episodio, luche con todas sus fuerzas por estar ahí. Le va a encantar. De veras que sí.