En Hidalgo, los animales han dejado de ser una nota de color o un tema complementario: en los últimos días, han ocupado las primeras planas por razones distintas pero profundamente conectadas. Por un lado, el reconocimiento legal de los animales como seres sintientes; por otro, la denuncia sobre el tráfico ilegal de especies, un delito que ya no se limita a la biodiversidad, sino que roza los márgenes del crimen organizado.
El decreto publicado por el Congreso local —impulsado en la Cámara de Diputados de Hidalgo que preside Andrés Velázquez— no es menor. Reconocer legalmente que los animales sienten, es comenzar a escribir una nueva relación entre humanos y naturaleza.
Aunque parecen temas distintos, comparten una urgencia: la necesidad de actuar con responsabilidad desde todas las instituciones. Y es que hablar de animales no es hablar solo de veterinaria o naturaleza. Es hablar de justicia, medio ambiente, educación, agricultura, salud y cultura.
Competencias diferenciadas, pero complementarias en el Gobierno de Julio Menchaca Salazar:
* La Secretaría de Salud, a cargo de Vanesa Escalante, se encarga de animales domésticos, lo que implica desde esterilización hasta maltrato: perros, gatos y mascotas en convivencia urbana (incluyendo atención veterinaria y control de zoonosis).
* La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, bajo la dirección de Mónica Mixtega, tiene jurisdicción sobre fauna silvestre y protección de especies clave.
* La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, bajo el liderazgo de Napoleón González, se responsabiliza de los animales de granja, bajo estándares de bienestar y producción ética.
La aparición de la guacamaya verde en la Sierra Gorda hidalguense es un símbolo de lo que podemos proteger cuando actuamos a tiempo. Las leyes no bastan sin educación, las campañas no sirven sin vigilancia, y el entusiasmo no trasciende sin coordinación entre dependencias.
Los animales no votan, no marchan, no tuitean. Pero hoy en el Gobierno de Julio Menchaca Salazar se les reconoce como seres sintientes y tienen voz: en las leyes, en las instituciones y en los medios. Hidalgo ya dio un paso histórico. Lo que sigue depende de todos.