Por: Daniel Quintanilla Castro
Ilustración: Ricardo Figueroa, cortesía de Nexos
La calidad de una sentencia se mide por su capacidad de resolver un problema concreto, pero también por las nuevas preguntas que surgen de ella. Las limitaciones del juicio de amparo impiden que las y los jueces puedan ensayar nuevas formas de definir el derecho a la salud y su garantía. Por ejemplo, quedará para el futuro definir si las empresas farmacéuticas encargadas de elaborar y distribuir el medicamento para el tratamiento contra el cáncer también forman parte del sistema nacional de salud y, por ende, si pueden ser consideradas como autoridades responsables para el juicio de amparo. O, por otro lado, si las doctrinas y teorías sobre el respeto y garantía de derechos humanos no frente al Estado, sino entre particulares, puede regular la relación de subordinación que existe entre farmacéuticas y pacientes. En otras palabras, existe aún un amplio campo constitucional y legal para explorar nuevas formas de describir la relación entre libre mercado, Estado y pacientes desde la perspectiva del derecho a la salud.