Por: Felipe Martínez Rizo
Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos
En países industrializados tempranamente, la primaria se generalizó con escuelas de organización completa o multigrado a lo largo del siglo XIX con planteles a los que los estudiantes asistían mañana y tarde, con tiempo para ir a casa a comer, lo que era posible porque las escuelas estaban cerca del hogar, en pueblos chicos o barrios de ciudades grandes. En México el crecimiento de la primaria tuvo lugar en el siglo XX, tras la creación de la SEP en 1921 y hasta 1958 siguió el modelo de asistencia mañana y tarde. La creciente proporción de mujeres que trabajan fuera de casa hizo que en los sistemas de los países industrializados la jornada escolar se volviera continua, con duración de ocho horas para coincidir con el horario de los padres. Hasta ahora es usual que los alumnos vayan a la escuela de 8 de la mañana a 4 de la tarde, incluyendo el tiempo para tomar alimentos en el mismo plantel.