Por: Celso Alán Villegas Lomelí
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
No es novedad para nadie que México es un país desigual y con problemas económicos estructurales. Esto no significa que una situación “mala” no pueda empeorar, pues cualquiera que haya batallado para pagar su tarjeta de crédito a fin de mes sabe lo que realmente sucede en la dinámica entre deuda y salarios. Así, es importante destacar el efecto de la deuda en la distribución del ingreso, de tal forma que éste no sea todavía más desigual, además de resaltar que la relación entre endeudamiento e ingreso es muy estrecha. Esto significa que, si hay diferencia en los ritmos de crecimiento del salario y de la deuda que los trabajadores han asumido, también habrá en algún punto futuro un rompimiento entre los recursos disponibles y la capacidad de pago de los deudores.
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