Por: Soledad Loaeza
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Muchos fueron los engañados por la dupla Esquivel-Rodríguez Ortiz, pero no deja de ser grave que el primero de ellos haya sido el presidente de la República, a quien Yasmín Esquivel aparentemente le ha hecho creer que es una gran jurista, o cuando menos una gran actriz. Sin embargo, López Obrador minimizó la inmoralidad del plagio que cometió su candidata a la presidencia de la SCJN y la defendió con el extraño argumento de que con sus mentiritas ha hecho al país menos daño que el que han podido hacerle ciertos historiadores y escritores. Sólo que esto tendría que demostrarlo porque hasta ahora los denunciados son, antes que nada, una obsesión presidencial y lejos están de ser una fuerza nacional o representar una institución central para la república, como lo es el Poder Judicial. Si sus nombres han adquirido grandes dimensiones, si su presencia en el escenario político se ha acrecentado, ha sido gracias a Andrés Manuel López Obrador, que nos ha dicho de todas las maneras posibles que estos personajes le quitan el sueño.