Ciudad de México /
Por Arturo Oropeza Casas
Ilustración: Víctor Solís
El 2018 ha sido testigo de la coronación de Xi Jinping como líder absoluto inaugurando una nueva etapa política y social en China. En contra del sistema de contrapesos instaurado por Deng Xiaoping —en el cual los presidentes rotaban dentro de una autocracia institucionalizada— el Presidente Xi ha eliminado los plazos en la Constitución y al día de hoy no hay certeza sobre cuándo podría dejar el poder. Como parte de los objetivos de esta administración, Xi ha desatado estas inercias globales en consecución de conceptos nacionalistas como el “Rejuvenecimiento de la Nación China” y el establecimiento del “Sueño Chino”.
Lee el texto completo aquí.