Por: Álvaro Caso Chávez
Ilustración: Alberto Caudillo, cortesía de Nexos
Es posible argumentar que la UNAM es democrática porque los procedimientos para elegir a las autoridades que la gobiernan no dependen de una sola persona, sino que en ellos participan cuerpos colegiados. Si pensáramos que cualquier procedimiento que no sea autoritario es democrático, entonces la UNAM resultaría democrática al no ser autoritaria su forma de elección. Aun sin aceptar que cualquier procedimiento que no sea autoritario es democrático, también se puede argumentar que muchas de las decisiones que se adoptan en la Universidad son democráticas porque se toman por representantes electos por el voto directo de toda la comunidad, como ocurre con el Consejo Universitario, la máxima autoridad colegiada dentro de la UNAM. Sin embargo, no parece aconsejable quedar satisfechos habiendo señalado que la UNAM es democrática. Quienes insisten en “democratizar la UNAM” creen que el sistema actual es insatisfactorio y proponen reemplazarlo por otro. Es decir, no es que no se hayan dado cuenta de que el sistema de la UNAM es democrático, sino que les parece que este sistema no es “suficientemente” o “genuinamente democrático”.