Ciudad de México /
Por Sergio Ramírez
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Tras más de 400 muertos, consecuencia de la brutal represión a las protestas masivas, todo ese poder pensado para siempre se ha disuelto. En contra suya tiene hoy a la iglesia católica, el gran capital y las cámaras empresariales, los pequeños y medianos productores, la sociedad civil, la juventud, la gente de los barrios, los campesinos, mientras el Ejército se ha resguardado en la proclama de neutralidad. Y su aislamiento internacional es cada vez más creciente. Sólo puede contar con Cuba, Venezuela y la lejana Rusia.
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