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México es un país que convive con el Realismo Mágico. Sólo basta asomarse a lo que ocurre en Veracruz donde Javier Duarte pasará a la historia no sólo como el gobernador más repudiado por la opinión pública sino por las cuestionables acciones que protagonizó hasta los últimos tiempos de su gestión. Se rumora que se alista para desaparecer antes o justo al culminar su gobierno, pues la constitución local no lo obliga a ungir a su sustituto.
Escucha la opinión de Francisco Garduño, columnista de Milenio.
