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Lo que no encaja en el discurso de Enrique Ochoa Reza, el nuevo dirigente nacional del PRI, es que ha sido ungido por decisión directa del presidente Enrique Peña Nieto. Esto significa que el primer mandatario ha decidido involucrarse directamente en lo que tiene que ver con la elección de 2018 y, además, tomar el control del partido.
Escucha la opinión de Rafael Pérez Gay, columnista de Milenio.
