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Ahora sí se le apareció el diablo a Ricardo Anaya, que había tenido un reinado tranquilo. Pero ya se le hizo bolas el engrudo al enfrentarse con uno de los líderes históricos de su partido, Gustavo Madero a quien le ofreció la presidencia de la Cámara de Diputados. El problema es que Anaya ahora quiere ser el candidato del PAN a la Presidencia y, como Madero le dijo que no, buscó el momento para vengarse de su mentor y mejor le retiró la propuesta.
Escuchemos a Francisco Garduño, editorialista de Milenio.