Volkswagen argumenta que una “comparación incendiaria” entre un experimento con monos enjaulados que patrocinó y los nazis le quitó la oportunidad de tener una audiencia justa en Estados Unidos en los juicios relacionados con el uso de un software para hacer trampa en las pruebas de emisiones.
La semana pasada, en un documental de Netflix llamado Dinero sucio, se hizo una representación de un experimento de emisiones de motores a diésel en 2014 en el que monos enjaulados respiraban los gases del escape de un Volkswagen Beetle mientras veían caricaturas. A esas imágenes le siguieron imágenes de Hitler para hacer una comparación explícita con el Holocausto.
En un documento que se presentó ante la corte en EU el viernes, Volkswagen dijo que el documental distorsionó el experimento y lo presentó como una “tortura animal” y no mencionó que recibió la aprobación del Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales, una junta independiente de revisión de EU que se encarga de la protección de los animales.
Michael Melkersen, un abogado que encabeza más de 300 casos en contra de VW, descubrió el experimento y en el documental se le cita extensamente. Su primer caso se someterá a juicio el 26 de febrero.
En su presentación, VW solicitó un periodo de seis meses “para tranquilizar” las cosas antes del juicio para permitir que desaparezca la “publicidad perjudicial”.
El caso de Melkersen contra VW Group of America en Virginia, sede de la base en EU de la automotriz alemana, es el primero de cerca de 2 mil demandas que representan a las personas que optaron no participa en el acuerdo colectivo de varios miles de millones de dólares en 2016 para la reparación por el escándalo de las emisiones.
Ahora, VW America, de conformidad con el debido proceso, no puede litigar estos casos en una atmósfera en la que la publicidad antes del juicio lo relaciona directamente con Hitler y el Holocausto, se escribió en el documento que se presentó a la corte.
Argumenta que se debe citar el experimento de los monos en el juicio sobre la base de que el Beetle en el estudio fue manipulado con el software para hacer trampa en la pruebas de emisiones y con eso se demuestra que Volkswagen “participó en un patrón de ocultamiento y no apertura”.
El año pasado VW se declaró culpable de instalar en más de 500 mil autos de EU el software para el dispositivo de desactivación. Los daños por el escándalo en Norteamérica sumaron más de 25 mil millones de dólares en multas, sanciones y recompras de automóviles. A los dueños de los coches se les dio la opción de vender sus autos a VW y cada uno recibió una compensación de al menos 5 mil 100 dólares. Melkersen busca 725 mil dólares para su primer cliente.
“Ahora, VW America, de conformidad con el debido proceso, no puede litigar estos casos en una atmósfera en la que la publicidad antes del juicio lo relaciona directamente con Hitler y el Holocausto y otros horrores que el abogado alegó a través de los medios que no tiene relevancia con las demandas por fraude del consumidor”.
