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Trump, el rey de twitter, y la diplomacia en 140 caracteres

Dicta sus mensajes de día y los escribe por la noche, habla de relaciones internacionales y se queja de la prensa. ¿Cómo se comportará cuando herede la cuenta @Potus?


Me di cuenta de un cambio en mis hábitos de lectura en las mañanas. Antes de recurrir a las páginas web de los periódicos de EU, reviso Twitter, donde empiezo a buscar en @realdonaldtrump las noticias de la transición del presidente electo de EU.

Así llegué a la misma conclusión que tienen varios expertos en comunicación: la estrategia de Twitter de Donald Trump puede ser genial, y puede reconfigurar la relación entre la política y los medios. Sin embargo, si bien hasta el momento Twitter le funciona brillantemente a Trump, también es una fijación peligrosa que espero que se detenga el día que llegue a la Casa Blanca.

Mientras el mundo busca pistas de las políticas de la nueva administración, el tuiteo diario muestra la ignorancia que tiene Trump de las sutilezas diplomáticas y parece que menosprecia las complejidades geopolíticas. El tuiteo no parecerá tan brillante si 140 caracteres sin censura desatan una guerra en alguna parte del mundo.

Durante meses, Twitter fue un arma efectiva de insurgencia, que se utilizó para darle la vuelta a los principales medios. El candidato Trump llegó directamente al público que deseaba un cambio y que él entendió mejor que la mayoría. A pesar de su tendencia a mezclar verdad y ficción, logró convencer a los electores de que era más creíble que los medios establecidos.

Como presidente electo, Trump recurre a Twitter para criticar a sus críticos, incluyendo al New York Times y a CNN. Utiliza Twitter para crear suspenso mientras hace un desfile de los posibles nominados a su gobierno y nos mantiene adivinando quiénes serán los ganadores.

Tal vez algo que se nota menos son sus tuits con propósito de diversión. Su diatriba contra el elenco del musical Hamilton un día del mes pasado dominó el ciclo de noticias, con lo que opacó una historia de Trump mucho más sustancial: llegó a un acuerdo para pagar 25 millones de dólares para resolver las acusaciones de que manejó un curso fraudulento de bienes raíces.

Con su toma de posesión a unas semanas, sus tuits, cuando se combinan con la impulsividad del presidente electo y su poco conocimiento de los acontecimientos mundiales, hacen una mezcla combustible.

Después de recibir la llamada telefónica de la líder de Taiwán, Trump tuiteó durante el fin de semana que la presidenta le llamó, y que no tuvo otra opción más que responder, entonces se preguntó por qué EU, que le vendió a Taiwán miles de millones de dólares en equipo militar no puede aceptar la llamada de la presidenta.

¿Quiso marcar un cambio en la política estadounidense? ¿Alguien lo puso a la altura? Trump no sintió la necesidad de elaborar, tampoco Twitter sería el medio adecuado.

En cualquier caso, la mañana siguiente dejó eso atrás. Su principal preocupación era la imitación que hizo Alec Baldwin en Saturday Night Live sobre su afición a tuitear. “Imposible de ver”, tuiteó Trump. “No puede ser peor”.

Hay momentos en que tuitear de forma controlada y bien pensada puede ser una herramienta diplomática útil para un presidente. Si juega un papel imaginativo, por ejemplo, en la danza diplomática entre EU e Irán durante las negociaciones sobre el destino del programa nuclear de Teherán. Pero como cualquier director de imagen lo aconsejaría, los líderes, al igual que las celebridades, debe alejarse de Twitter o asegurarse de manejar muy de cerca sus cuentas.

Sin embargo, Trump prospera en la controversia, y está seguro de que domina una nueva forma de arte. Presume que tiene un fan que le llama el “Ernest Hemingway de 140 caracteres”. Aunque no es exactamente un experto en tecnología (parece que dicta sus tuits durante el día pero los escribe en la noche); encontró en Twitter un canal de comunicación que encaja con su personalidad y su vocabulario.

Un análisis político que hizo sobre sus tuits a principios de este año, mostró que utilizó palabras como “grandioso”, “perdedor”, “ganador” y “tonto” el doble de veces que cualquier otro candidato presidencial. ¿Trump renunciará a Twitter después de que asuma el cargo? ¿Va a aprovechar su alcance? Pronto heredará @Potus con 12.4 millones de seguidores (@realdonaldtrump tiene 16.8 millones) y no es alguien que deje pasar una oportunidad.

En una entrevista con 60 Minutes de CBS, dijo que será “muy contenido” si continúa con los tuits, aunque dijo que “no hay nada de lo que debas avergonzarte”. Sin embargo, Trump no se contiene bien. El lunes, tuiteó: “Si la prensa me cubriera de manera precisa y honorable, tendría una razón menos para tuitear. Desafortunadamente, no sé si eso pueda ocurrir alguna vez”.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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