SpaceX, de Elon Musk, se anotó el primer vuelo de su cohete Falcon 9, desde una espectacular explosión en junio, cuando consiguió que por primera vez regresara a la Tierra el propulsor que desplegó para llevar satélites al espacio.
Entre las ovaciones ensordecedoras de los empleados que miraban en la sala de control de la misión, SpaceX regresó la primera parte del cohete a una base de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida, a los 10 minutos de su lanzamiento. La misión transportaba 11 satélites pequeños de Orbcomm, una firma de comunicaciones satelitales.
SpaceX espera que la posibilidad de reutilizar los cohetes pueda reducir de forma significativa el costo de los lanzamientos espaciales, que ha sido elevado debido a que los cohetes usados hasta entonces se utilizaban solo una vez y se descartaban en el mar. La segunda fase del cohete consiguió desplegar con éxito todos los satélites en órbita.
La empresa ya cobra al gobierno de EU menos de 100 millones de dólares por lanzamiento, contra los casi 160 millones que cobra United Launch Alliance, su único competidor en lanzamientos de seguridad nacional en el país.
El exitoso aterrizaje en Cabo Cañaveral, en el que el cohete aterrizó con elegancia en un conjunto de patas de aterrizaje que le ayudaron a suavizar el descenso, significa el primer retorno de SpaceX de un cohete en condiciones de reutilización luego de tres intentos fallidos de amarizar cohetes en balsas en el mar.
El éxito fue aún más dulce para la empresa, pues llegó seis meses después de que SpaceX enfrentó el golpe más duro en su historia cuando un Falcon 9 estalló a 45 kilómetros sobre el Atlántico a dos minutos de despegar.
La compañía emprendió una reestructura profunda de sus procesos a fin de evitar un nuevo estallido como el de junio, lo cual resultó debido al rompimiento de un puntal interno del cohete.
“El retorno de SpaceX a los vuelos es un éxito tremendo”, dijo un comentarista en la transmisión en línea del lanzamiento y recuperación del cohete. “Hicimos historia hoy al aterrizar una fase de nuestro cohete”.
SpaceX tuvo un mayor reto al recuperar un cohete que había volado sobre el Atlántico para lanzar los satélites que el que tuvo Blue Origin, la firma de lanzamientos espaciales fundada por el dueño de Amazon, Jeff Bezos, cuando consiguieron recuperar por primera vez un cohete en noviembre 23.
El cohete de Blue Origin había salido y regresado del espacio en trayectoria recta en una operación específica para probar la tecnología de recuperación. El Falcon 9 tuvo que realizar una serie de maniobras más complejas para regresar a Florida.
Tras el exitoso aterrizaje, Bezos escribió en su cuenta de Twitter: “Felicidades @SpaceX por aterrizar la fase de propulsión suborbital Falcon. ¡Bienvenidos al club!”
La recuperación del propulsor señala el alcance de una meta que los ingenieros han perseguido desde el inicio de la exploración espacial.
El único vehículo de lanzamientos reusable previo, el transbordador espacial de EU, necesitaba una mayor reconstrucción para reparar el daño de la reentrada a la atmósfera.