De acuerdo con el presidente de la Comisión Agropecuaria del Consejo de Coordinador Empresarial del Estado de México (CCEM), Eduardo Reyes Escamilla, desde el año pasado a la fecha productos como el pollo, la carne de res y el cerdo han tenido un alza considerable, derivado de la caída de 17 por ciento del peso frente al dólar, el alza del 15 por ciento en los insumos agropecuarios, que en algunos casos se cotizan en dólares, y el incremento de las gasolinas de hasta 22 pesos por litro.
Por ello, exhortó a los gobiernos federal y estatal priorizar en sus agendas al sector primario, un sector que pese a todo creció por sí mismo, pero que, si hubiera políticas públicas productivas y financiamiento, seguramente sería más robusto.
“Con este tipo de incrementos sin duda alguna suben los precios. Al subir insumos, suben precios de producción, al subir combustibles suben precios de traslado y transportación. Todo esto ha provocado grandes afectaciones a los ganaderos y avicultores, es decir, los productores de pollo”.
Ante esta realidad, dijo, el problema es que desde el inicio de la pandemia no han visto respaldo por parte del gobierno estatal, considerando que el año pasado el agro nacional creció 2.7 según datos de la (Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“El agro ha crecido por sí mismo, ni el gobierno federal ni el estatal han priorizado al sector primario, se han tenido que realizar ajustes para hacer frente a la situación, un ejemplo es el precio de la tortilla que en los últimos días pasó de 13 a 16 y 18 pesos en la zona oriente”.
La tortilla, añadió, subió porque no hay materia prima suficiente, ya que no estamos en temporada de siembra y hay que importar el maíz de otras regiones como Estados Unidos y Sudáfrica. “Ni el gobierno de la cuarta transformación ni el gobierno mexiquense han apostado a políticas productivas ni crear autosuficiencia alimentaria”.
Ante la temporada de estiaje, que se augura como una de las más complicadas en los últimos años, refirió, hay preocupación por parte de los campesinos porque no han podido sembrar. “Las lluvias se han retardado y eso complica la siembra de maíz, triticale (cereal reforzado), trigo y avena, por estar a cielo abierto; los cuales se usarán como alimento para los pollos, el ganado e insumos para el pan y tortilla”.
Por ello, reiteró, la apuesta es generar políticas públicas que aumenten la productividad, principalmente en maíz, pues quienes cuentan con invernaderos son productores de mayor nivel adquisitivo, y por lo general tienen bordos o estanques de captación de agua, además de que dedican, principalmente, a las hortalizas.
Por último, Reyes Escamilla subrayó que, pese a Semana Santa, cuando se consumen más pescados y mariscos, no se espera una baja en el costo de la carne y el pollo, ya que el sector acuícola mexiquense tiene mucha incertidumbre, porque a pesar de que ya se abrieron los centros turísticos, no muchas personas saldrán a vacacionar.
“El año pasado no tuvieron las ventas esperadas en Semana Santa por el cierre de los corredores turísticos como Valle de Bravo, Malinalco, Villa del Carbón, La Marquesa, Ixtapan de la sal, Villa Victoria, Amanalco, entre otros. Hay gente que ya salió en el pasado puente, sin embargo, un gran porcentaje de la población sigue teniendo miedo y preferirá quedarse en casa”.
MMCF