Los ingresos fiscales totales se mantuvieron estancados entre 2011 y 2014 en 19.5 por ciento con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) –tamaño de la economía– a pesar de la implementación de la reforma fiscal en ese último año y de un aumento en la captación de impuestos en todos los sectores, según las Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2016 que publicó la OCDE.
Este nivel continúa siendo bajo comparado con el promedio de América Latina y el Caribe que alcanzó más 21 por ciento con respecto del PIB en promedio en este periodo, y casi 34 por ciento entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el informe la OCDE explica que “los países cuyo PIB per cápita es más elevado suelen presentar un ratio de recaudación tributaria sobre el PIB mayor, que sirve para financiar la inversión en infraestructuras, educación y servicios sociales”.