El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, afirmó que la reforma financiera aprobada el año pasado permitió establecer las condiciones para mejorar y reducir el costo de los servicios bancarios, pero admitió que los resultados "más tangibles y obvios" se verán hasta dentro de seis meses o un año.
"Yo creo que esta es una reforma de gran calado. Las reglas fueron al fondo del asunto y estamos convencidos de que se han establecido condiciones para que haya avances realmente muy rápido; yo estaría bastante confiado en que resultados más tangibles y más obvios se puedan presentar durante los próximos seis y doce meses", puntualizó.
Al comparecer ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Carstens reveló que México registra un marcado rezago en cuanto al número de tarjetas de débito y de crédito respecto a la media internacional, así como terminales en punto de venta.
El titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, precisó en su turno que en el país existen 103 millones de tarjetas de débito y 26 millones de tarjetas de crédito, pero en contraste existen apenas 617 mil terminales de pago distribuidas entre sólo 428 mil comercios.
Explicó que las reglas expedidas ya por las autoridades financieras apuntan por ello a reducir los costos de operación de los medios electrónicos de pago, mediante la participación de nuevos "jugadores", más allá de los bancos, así como transparentar el monto de los cobros y comisiones al usuario para abatirlos en beneficio de los consumidores.
El gobernador del Banxico y el presidente de la CNBV comparecieron ante diputados sobre disposiciones de la reforma financiera aprobada a finales de 2013.
