Aunque en abril de 2021, el indicador manufacturero que cuantifica el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) registró una disminución, el no manufacturero reflejó un buen desempeño, lo que sugiere que al inicio del segundo trimestre del año, la actividad económica siguió expandiéndose, ahora impulsada por la reactivación de servicios y comercio; no obstante, persisten riesgos que general cautela.
El Indicador IMEF es un índice de difusión que evalúa el entorno económico con base en una encuesta de cinco preguntas cualitativas, simula a los índices de gerentes de compra PMI de otros países y está construido para ayudar a anticipar la dirección de la actividad manufacturera y no manufacturera en México y, a partir de la evolución esperada de esos sectores, inferir la posible evolución de la economía en general en el corto plazo.
De acuerdo con la información del IMEF, el indicador manufacturero disminuyó en abril 0.7 puntos para ubicarse en 50.3 unidades, con lo cual se mantuvo en zona de expansión (por arriba de 50 enteros) por segundo mes continuo. En tanto, el indicador no manufacturero registró un aumento de 1.3 puntos para cerrar en 53.2 unidades y mantenerse en zona de expansión por segundo mes.
En su análisis de coyuntura, el IMEF refirió que los resultados del indicador en abril sugieren una tenue mejoría en la actividad económica, la cual se explica principalmente por el repunte de la actividad del indicador no manufacturero, pues destacaron los repuntes de los subíndices producción, nuevos pedidos y entrega de productos de ese indicador, los cuales se ubicaron simultáneamente encima del umbral de 50 puntos por primera vez en 24 meses.
Indicó que si bien los datos recientes parecen indicar un mayor dinamismo de la actividad económica, aún existen riesgos latentes que sugieren cautela; específicamente, prevalecen los problemas en las cadenas de suministros, principalmente por la falta de semiconductores, situación que es probable tarde todavía algunos meses en resolverse y que puede continuar generando distorsiones en el comercio global.
Adicionalmente, no puede descartarse una tercera ola de contagios del covid-19, sobre todo luego del reciente incremento en los índices de movilidad en México; finalmente, mientras es posible que la incertidumbre política continúe mermando las perspectivas de inversión, el mercado laboral aún deteriorado puede seguir socavando los ingresos de los hogares y, por lo tanto, el consumo privado.
srgs